Semillas poco fecundas

Valoración

Datos

• País EE. UU.

• Año 2024

• Dirección Michael Mohan

• Guión Andrew Lobel

• Reparto Sydney Sweeney, Álvaro Morte, Simona Tabasco, Benedetta Porcaroli

• Género Terror

Y entre este correcalles de iglesias, conventos y disparates vaticanos, asoma de repente 'Inmaculate', más digna y con algunas invocaciones visuales nada superfluas. La presencia de Sydney Sweeney (Euphoria y The White Lotus) en un excelente trabajo logra apaciguar las fases más desaforadas y efectistas de un filme que busca huir del tópico, pero que se sustenta precisamente en una historia muy manida. Más desconcertante resulta el coincidente estreno, casi paralelo, de esta 'Inmaculate' y 'La primera profecía', teniendo en cuenta que comparten numerosos elementos argumentales. De la iniciación de una joven novicia al traslado viajero a un convento que propicia ese ecosistema cargado de secretos y disturbios, todo con ese juego ya demasiado sobado del brote del mal en un lugar donde debería reinar el bien.

Precisamente cuando discurre en su primer tramo entre sugerencias, insinuaciones, visualmente más pausada, incluso con elegantes golpes de intriga, el equilibrio abre y promete perspectivas que Michael Mohan nunca llega a cumplir. Más que cine de terror, aunque en su última media hora el gore conspiranoico y bíblico reparte sus dosis bien calculadas para contentar a los espectadores de manual, 'Inmaculate' pretende traducir su ambición en hechos y convertirse en un thriller de fe y escatología, de cuerpo y misticismo femenino, pero exento de clase. O sea, más cerca de alguna entrega descarriada de una franquicia que de la 'Benedetta' de Paul Verhoeven. El cineasta de 'Los voyeurs' inocula la historia en su arranque de apariciones, señales y elementos oníricos, tras su preludio arriesgado que acaba mezclándose con los créditos iniciales. Pero más tarde el giro es de chute de efectismo sangriento. Donde hubo claustrofobia y enigma turbio, aflora dominante el retorcimiento a lo Argento, mientras parece pedir permiso por jugar con la maternidad con efluvios lejanos de esa obra maestra que es 'La semilla del diablo'. El momento Carrie de Sydney Sweeney deja un rastro benévolo si se quiere salvar la función. Pero mucho antes el cineasta ya había primado lo macabro en lugar de la finura.