Sólida frialdad

Valoración

Datos

• País Noruega

• Año 2023

• Dirección Henrik Martin Dahlsbakken

• Guión Lars Gudmestad, Harald Rosenløw-Eeg, Christian Siebenherz

• Reparto Tobias Santelmann, Anders Baasmo Christiansen, Fredrik Stenberg Ditlev-Simonsen, Adam Lundgren

• Género Bélico

En plena Segunda Guerra Mundial lo civil y lo militar, la marina mercante y las fuerzas y medios puramente bélicos confluyen entre tripulaciones y travesías en un ejercicio solidario, frente a los nazis, con el punto de mira enfocado en la necesidad de transportar suministros para los aliados. Hasta aquí el contexto de una película que evita los subrayados, el efectismo, el camino fácil, pero que no logra desembarazarse del dato, de los rituales de lo rutinario. Es verdad que eso obedece a su intento de autenticidad y rigurosidad. Sin embargo, en ocasiones parece un filme atorado, donde lo que sucede en la navegación y lo que alimenta las fricciones en cubierta responden a relatos diferentes.

El cineasta noruego Henrik Martin Dahlsbakken, responsable de 'Munch' y de otro filme de situaciones límite, 'La cueva, descenso al infierno', tiene la virtud de fijar la recreación en la periferia frente a los tópicos escenarios y episodios de la guerra en el continente europeo. En este sentido, el mar Ártico propicia cierto paisajismo y la cinta alterna los planos de pura estrategia con los movimientos de supervivencia, en un damero de espacios angostos, de ecosistema que provoca la lógica angustia y asfixia. Precisamente ese diálogo tenso, el contraste entre el mar abierto y el encierro en las embarcaciones hubiese merecido una visualización más intensa, física, catártica. Ese viaje esperanzado pero que parece condenado, maldito por el destino, entre la osadía y las malas decisiones destaca por la descripción de los combates. No obstante, se queda en una ilustración global exenta de desgarradura, presa de una cierta frialdad, tan elegante como sólida, pero resbaladiza. 'The Arctic Convoy' se aferra a la recreación de hechos reales, pero narrativamente se desmaya y será difícil que contente y enganche a un espectador que no sea el más seducido por el género. No hay sorpresa ni en lo formal ni en el fondo, a veces hasta dejar a la intemperie el sentido del espectáculo. Se agradece esa mirada detenida en las dudas, en las fragilidades mentales. A cambio, uno echa de menos cierto dramatismo bien entendido a la hora de elogiar a los héroes anónimos que subyacen bajo lo hímnico y lo patriótico.