Sutil, sobria y contundente
Movistar + Cuatro episodios ·
Su potencial narrativo va anudando los vínculos y forrmas de violencia, de lo económico a lo sexual, de lo jerárquico a lo agresivamente pseudoafectivoSecciones
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Movistar + Cuatro episodios ·
Su potencial narrativo va anudando los vínculos y forrmas de violencia, de lo económico a lo sexual, de lo jerárquico a lo agresivamente pseudoafectivoEn un pasaje de esta contundente, pero serena, lúcida y quirúrgica mirada al fondo de la violencia que habita en el seno de un matrimonio, el hombre y la mujer mantienen un tenso encuentro en un pasillo. Ella calla. Él musita un discurso monocorde, machacón, ... cada vez más formalmente lacerante. No hay gritos. Pero la sobriedad visceral que subyace en cada gesto simboliza y representa la contención y firmeza, no menos elocuente, de un estado muchas veces invisible: el de los límites del consentimiento y el de las relaciones de poder, también las de la violencia sexual en el epicentro de un matrimonio.
Año 2024
País España
Dirección y guion Alauda Ruiz de Azúa (Creadora), Eduard Sola, Júlia de Paz (Creadora)
Reparto Alauda Ruiz de Azúa (Creadora), Eduard Sola, Júlia de Paz (Creadora)
Género Drama
La inteligencia y la elegancia visual de Alauda Ruiz de Azúa, sin desviarse de esa convicción y persuasión que demostró en la excelente 'Cinco lobitos', constituyen la partitura de 'Querer' una miniserie que quizás debe visionarse como un filme de 212 minutos en el que no hay rellenos, ni pausas insulsas ni zonas de confort. Desde su arranque hasta un hermoso trayecto al fin de la noche que despide la ficción, todo rezuma una atmósfera en la que caben la denuncia, la descripción también de situaciones de la intimidad que merecen un foco público, pero sobre todo la ilustración de lo que supone el miedo, la humillación, una mezcla viscosa de maltrato y abuso que asoma enquistada en el relato de un matrimonio durante más de tres décadas. Nagore Aranburu, excelente, y Pedro Casablanc, siempre magistral, rodeados de unos sólidos secundarios, encarnan a sus criaturas que se presentan, rodean y acaban cercando al espectador que se ve interpelado, interrogado, casi zarandeado ante los hechos.
Y aunque estructurada con coherencia en correspondencia a sus cuatro episodios, el relato es una íntegra creación unitaria, demoledora y sin resquicios. No es un catálogo sobre la violencia de género, sino un lúcido tránsito por el drama social, familiar, intergeneracional en el que, con gran determinación y sin flaquezas narrativas, van mostrándose huellas de thriller psicológico y judicial, disección de la pirámide de relaciones tradicionales y, como una gasa y telaraña, ese manto patriarcal con su enquistada presencia. Lo que eleva a 'Querer', sin fisuras ni imposturas, es su potencial narrativo. Un sutil tratamiento de personajes que deja en manos del espectador el juicio final, entre el dolor, el reproche o la quiebra emocional. Un sencillo, pero crudo y profundo retrato que merece tener los ojos abiertos para que nada quede oculto.
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