Talento descarado
Bonifaz. Filmoteca de Cantabria ·
Bajo la epidermis de cierto humor, salvajismo y disparos, lo visceral y descarnado, asomaba un refinado sentido del uso de lo no vistoSecciones
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Bonifaz. Filmoteca de Cantabria ·
Bajo la epidermis de cierto humor, salvajismo y disparos, lo visceral y descarnado, asomaba un refinado sentido del uso de lo no vistoLo del híbrido, hoy tan apreciado como reinventado, es en realidad una expresión plural y conjuntada fruto del talento. 'Asalto en la comisaría del distrito 13' nace del respeto por sus mayores, la metáfora, la miscelánea atrevida de géneros y el amor por el cine.
Año 1976
País EE.UU.
Dirección y guion John Carpenter
Reparto Austin Stoker, Darwin Joston, Laurie Zimmer, Martin West
Género Thriller
Ahí estaba John Carpenter, con su segunda película, capeando el temporal al inicio tras el fracaso en taquilla pero consciente y seguro de que manejaba con fluidez homenajes, referentes, ganas de hacer cine, elementos del cine de autor e inteligencia. Era director y guionista, montador con seudónimo y autor de una banda sonora excepcional y singular. El cineasta de '1997: Rescate en Nueva York' comenzó a fraguar un estilo fundamentado en lo visceral, en la querencia por el cine y en su fe en que podía aportar un paso más. Su 'asalto' en apariencia era una especie de 'Río Bravo' zombi pero, en realidad, como así se apreció en su paso a Europa y, sobre todo, en el Festival de Londres, reflejaba esa incipiente mirada descarada de quien no ocultaba su cinefilia y su cultura visual. Atrás quedaba su ópera prima, 'Dark Star', ambas de los setenta, pero tras esa capa de disparate sin posibilidad de etiquetar empezó a revelarse en toda su dimensión: su apuesta pionera a la hora de consolidar un thriller urbano, oscuro y radical que abiertamente pasaba por ser un ejercicio de terror. Igualmente rinde homenaje a Howard Hawks y agita el vínculo con el citado filme para mostrar un diálogo salvaje entre acción, fantástico, intriga, apocalipsis, tensión extrema, atmósfera y suspense, todo mediatizado por una apelación constante a la violencia y a la oscuridad.
Hay algo desenfadadamente serio en su filme, sin estereotipos, y lo que nadie vio en su momento pero que el paso del tiempo sí demostró: gran parte del cine de acción y thrillers, muchas veces pretenciosos, que se sucedieron a partir de los 80 tienen un espejo influyente en el camino enunciado por Carpenter. Bajo la epidermis de cierto humor, salvajismo, disparos, lo visceral y descarnado, asomaba un refinado sentido de la elipsis, del uso de lo no visto, del fuera de campo no tanto visual como emocional y argumental. Como certificó su obra maestra, 'La cosa', aquí lo más seductor reside en la sutileza subliminal, en lo que no tiene nombre, en la amenaza periférica, en esa mezcla inasible de muerte y paroxismo. Estaba cantado que el remake tendría sus remakes. Un ecosistema de angustia y pesadilla mostradas desde una extraña calma.
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