
Taxímetro de nostalgia
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Paseando la dignidad, entre los recuerdos y el tacto de las cosas, Christian Carion firma una road movie de encanto y evocaciónLa distancia, la geografía y los recuerdos se aúnan en unos kilómetros en taxi. En realidad un viaje en el tiempo entre los lugares que ... edifican una vida y esa residencia que es sinónimo de estancia final y despedida. Ese es el trayecto que recorre 'Un paseo con Madeleine' que, salvo algunos subrayados musicales, evita lo edulcorado y transforma el itinerario en un inventario de voces, hechos y luces y sombras del pasado. Como en tantos otros títulos, un vehículo acapara la mayor parte de las escenas en este periplo intermitente por las calles de París atravesado por la anciana que traza su particular 'google maps' nostálgico entre el hogar de siempre y la residencia que espera como destino final.
País Francia
Año 2022
Dirección Christian Carion
Guion Christian Carion, Cyril Gely.
Reparto Line Renaud, Dany Boon
Género Drama
Hay delicadeza y tacto y Christian Carion, director y guionista francés, referencia desde 'Joyeux Noël', cineasta de filmes como 'Mayo de 1940' o 'El caso Farewell', mece a su protagonista y al espectador en un viaje sin baches, con el espejo retrovisor siempre ajustado y la vista al frente que no descarta resquicios de esperanza. La mezcla entre la nonagenaria Line Renaud y Dany Boon parecía a priori propicia al accidente, dada la desmesura del actor de comedia. Pero Carion logra equilibrio, sobriedad en momentos de encanto y conmoción, sentido del humor y emotividad. Es de esos filmes donde escuchar y ser escuchado posee toda su ornamentación y protocolo adecuados, entre confidencias, ironías, sombras y drama. La complicidad hace el resto.
Ambos intérpretes ya habían coincidido en títulos como 'Bienvenidos al norte'. La bella 'carrera' con forma de comedia dramática resulta amable y entrañable pero deja que se filtren numerosas reflexiones sobre el amor, la vejez, o la dureza de la vieja Europa. Ese choque intergeneracional, entre dulzura y amargura, es tan contenido como diáfano a la hora de revelar quién conduce realmente el coche vital y hacia dónde. En la sencillez y la falta de pretensiones grandilocuentes reside parte de la comunicación natural que logra el filme en lo que puede considerarse una obra de cámara dentro de un automóvil.
El recuerdo de 'Paseando a Miss Daisy' o de filmes como 'Tess y su guardaespaldas' estará presente por lógica en ese tándem de conductor y mujer, pero para Carion es nada más que la metáfora del paso del tiempo y de la necesidad de remarcar lo que perdemos y poseemos para siempre. Diálogos y flashbacks se alternan como la gasolina del recorrido. No hay curvas ni velocidad inadecuada. La supervivencia y el coraje suenan a motor engrasado.
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