
Tejer, arañar, trapichear
Estreno el viernes en salas ·
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Estreno el viernes en salas ·
Maneja a su antojo la sugestión, teje una continua sombra sobre la realidad social y encierra al espectador en un terrario imaginario sin límitesInsectos, trapicheo de zapatillas de marca y una tensa (de)construcción física y material, existencial y mental, con un único escenario y un tenebrismo arácnido, ... claustrofóbico y metafórico. ¿Quién da mas? 'Vermin: La plaga' exprime la tensión hasta lo impensable y pese a su factura de serie B se eleva gracias a su capacidad para ir edificando una envoltura que parece emular la propia acción de las arañas desencadenantes de la historia. Terror, simbolismo social sobre territorios marginales, poder y desigualdad. Pero la ópera prima de Sébastien Vanicek se ajusta a un relato de supervivencia, con su 'banlieue', su grito desde el epicentro de un suburbio, la presencia dominante de un agujero negro ajeno a cualquier atisbo de esperanza.
País Francia
Año 2023
Dirección Sébastien Vanicek
Guion Florent Bernard y Vanicek
Reparto Finnegan Oldfield, Sofia Lesaffre, Jérôme Niel, Théo Christine
Género Terror
A diferencia de buena parte de las producciones que buscan el terror per se, desbordadas de lugares comunes y olvidando las raíces y los efectos, en esta cinta el lenguaje visual compone un campo minado que atiende tanto a lo sensorial como a lo desconocido, entrelazando situaciones e interrogantes. Un filme eficaz que hace de su aparente desorientación, su mejor arma empática para zarandear desde esa comunidad confinada que no parece asumir su desolación, entre vecinos que compiten por sacar la cabeza aunque sea costa de ceder mucho terreno a la falta de dignidad. El filme francés, parisino mejor, premiado en Sitges, es inteligente, solo asfixia desde el clímax y deja que el espectador se pregunte qué haría en esa situación, sometido a una serie de interrogantes poco amables. Paradójicamente lo que alimenta la coherencia, el buen sentido y el mejor tratamiento del terror reside en su ordenamiento del caos. Tan pronto lo pequeño es grande como lo inofensivo se vuelve amenaza latente. Del mismo modo, lo minimalista se vuelve reproductor y ya nadie puede tener conciencia de la dimensión de lo que se plantea.
Hay muchos simbolismos y paralelismos que pueden trazarse con la reciente pandemia, o fantasear con futuros horrores globales en un nuevo oscurantismo. Vence también la película en su efectismo controlado al agotar al que mira, acorralado por la insistencia de las criaturas, sobre todo las humanas, y por el sentido de pesadilla. No recomendable para quienes padecen fobia a los arácnidos, 'Vermin' manejar a su antojo la sugestión, entre planos y encuadres que impiden una mirada normalizada, teje una continua sombra sobre la realidad y encierra al espectador en un terrario imaginario, desde la zapatilla de 'Aracnofobia' hasta las 'fuerzas del orden' como invasión enemiga
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