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Tejer, arañar, trapichear
Crítica de cine 'Vermin: La plaga'

Tejer, arañar, trapichear

Estreno el viernes en salas ·

Maneja a su antojo la sugestión, teje una continua sombra sobre la realidad social y encierra al espectador en un terrario imaginario sin límites

Guillermo Balbona

Santander

Jueves, 1 de febrero 2024, 10:06

Insectos, trapicheo de zapatillas de marca y una tensa (de)construcción física y material, existencial y mental, con un único escenario y un tenebrismo arácnido, ... claustrofóbico y metafórico. ¿Quién da mas? 'Vermin: La plaga' exprime la tensión hasta lo impensable y pese a su factura de serie B se eleva gracias a su capacidad para ir edificando una envoltura que parece emular la propia acción de las arañas desencadenantes de la historia. Terror, simbolismo social sobre territorios marginales, poder y desigualdad. Pero la ópera prima de Sébastien Vanicek se ajusta a un relato de supervivencia, con su 'banlieue', su grito desde el epicentro de un suburbio, la presencia dominante de un agujero negro ajeno a cualquier atisbo de esperanza.

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