
Quién vigila al vigilante
Cinesa y Ocine ·
El otro, la extrañeza y la soledad se solapan para trasladar la sensación de fragilidad que atraviesa la barrera entre la cordura y la locuraSecciones
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Cinesa y Ocine ·
El otro, la extrañeza y la soledad se solapan para trasladar la sensación de fragilidad que atraviesa la barrera entre la cordura y la locuraDe manera lineal y superficial, 'Watcher' (otra decisión equivocada la de titular con el manido 'El extraño') se prevé obvia, tópica y estereotipada. El acoso, ... la sombra, la sospecha, la intuición, la persecución falaz o no, el voyerismo, lo que se presiente... todo está implícito en el retrato de una joven que se muda a un apartamento con su novio. Pero el filme es consciente de los parámetros que maneja y en cada lugar común encuentra un resquicio de fuga para potenciar su material más valioso: la atmósfera, la creación de una burbuja de extrañeza, distanciamiento y estremecimiento subrayadas por una excelente fotografía que, a la hora de la verdad, ejerce como personaje.
País EE UU
Año 2022
Dirección Chloe Okuno
Guion Zack Ford y Okuno
Reparto Maika Monroe, Burn Gorman, Karl Glusman, Daniel Nuta, Aida Economu, Madalina Anea
Género Intriga/ Thriller
La psicología del temor a lo que se pone rostro, la figura de la mujer sola (siempre sola), la fe o el escepticismo de los demás cuando uno tiene un relato, y los elementos ambiguos que salpican las situaciones contribuyen a iluminar el desasosiego de la propuesta. Chloe Okuno, codirectora de 'VHS 94', y debutante en Sundance con este filme, ya pisó terreno tembloroso con su conversión de 'Déjame entrar' en serie televisiva. Ahora demuestra pulso y cierta personalidad visual con este juego, no tan perverso como agitado, que discurre y se alza con la baza de la ambigüedad para confundir o enganchar al espectador en función de la propia credibilidad que transmite la criatura y, por ende, la propia actriz que la encarna.
La cineasta perfuma la historia no con sustos y efectismos como cabía esperar de una historia de supuesto acoso, sino alimentando la intriga, inoculando la duda en el espectador y creando esa especie de thriller psicológico, aventado por las fórmulas del terror y desafiando para deconstruir los tópicos. 'Watcher' es, en este sentido, inteligente porque en lugar de abonarse a lo trillado, arriesga con una puesta en escena atractiva, maneja con destreza unos pocos escenarios urbanos (con Bucarest como decorado) y se mira en sus mayores, del Hitchcock de 'La ventana indiscreta' al Polanski de 'Repulsión' o de 'La semilla del diablo'.
El apartamento, la ventana, la sombra, sí, están ahí. Pero la 'observada' –nosotros que la miramos y nosotros que nos sentimos observados– constituye la diana y la flecha. El otro (también el país, lo ajeno, la otredad, lo extranjero) la extrañeza y la soledad se solapan para su traducción en una sensación de fragilidad y temblor que atraviesan la barrera inasible entre la cordura y la locura. La pesadilla con final en la razón, o la incertidumbre que desemboca en la paranoia.
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