Virtuosismo emocional

Película: 'Decisión to leave'. Dirección: Park Chan-wook. Guion: Jeong Seo-Kyeong y Park. Reparto: Tang Wei, Park Hae-Il, Park Yong-woo, Yoo Seung-mok, Kim Shin-young .Música: Cho Young Wuk. Fotografía:Kim Ji-yong. Género: Drama. Salas: Bonifaz. Filmoteca. Próxima semana.

Es capaz de infundir lo noir en las emociones y de impregnar de thriller una relación fría que muta en esponjosa. 'Decision to leave' fue sin duda una de las grandes obras de la pasada temporada y la Filmoteca de verano ofrece una buena oportunidad para rescatarla o redescubrirla. Si estos días es objeto de alabanzas justas el 'Oppenheimer' de Nolan por su perfecta construcción y su precisa narrativa visual, no menos virtuosa en lo formal es la creación de Park Chan-wook.

El cineasta surfea con destreza romántica y arriesgada sutileza pasional sobre las tablas de la muerte y el amor rozándose como un engranaje diseñado para la desesperación. Una muerte en la cima de una montaña, un detective veterano y una mujer enigmática son meros enunciados de una trama en bucle, que crece absorbente y se mueve sinuosa. En realidad esa imagen de una montaña como desencadenante del conflicto resulta ser metáfora del vértigo y la caída, de la pérdida y el amor idealizado, de la culpa y la redención.

Es un filme hermoso en sus soluciones visuales, denso e insistente en su digestión argumental y atrevido en su estilizado manejo no tanto de las situaciones como de ese juego entre la epidermis de las cosas y los pliegues intuitivos. Park Chan-wook elude las tentaciones y del suelo al cielo, de la renuncia al vértigo, construye un mecano emocional, dramático, negro y envolvente del que es imposible escapar.

El cineasta de 'Soy un cyborg', que alcanzó su cenit internacional con 'Oldboy', desconcierta al inicio de esta miscelánea de drama romántico, ensoñación laberíntica, thriller emocional y juego intrigante donde lo formal a veces parece devorar lo narrativo. El surcoreano, a primera vista, siempre es afectado, un cineasta de florituras, pero cuando el proceso queda desnudo el prodigio emerge.

El homenaje a 'Vértigo (De entre los muertos)' es obvio y sincero, pero hay más. A la obra maestra de Hitchcock la deja en el pedestal que se merece y Park genera su propio laberinto de piruetas y juegos temporales. El cineasta de 'La doncella' fascina, moja en humor la gravedad y seduce con un melancólico fatalismo. A través de una estructura en círculos concéntricos, también asoma lo hipnótico.

La seducción, el deseo, la atracción priman frente a la dificultad de entendimiento de la pareja. Es como si 'Deseando amar' fuera estrangulada por Melville; como si la intimidad amenazada por la hipervigilancia solo fuera posible desde la ensoñación, el misterio y la posibilidad de que nada hubiese sucedido.

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