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Foto: Javier Cotera / Videos: Pablo Bermúdez

«Al circo se viene a soñar»

'Circlassica' homenajea en Santander a los pioneros de un arte que ya ha cumplido 250 años

Rosa Ruiz

Santander

Viernes, 8 de noviembre 2019, 20:17

«Al circo siempre se viene a soñar y más en este espectáculo» Luigi Beluy (Madrid, 1984) es el encargado de guiar a los espectadores de 'Circlassica' por un mundo de fantasía. Se trata del último espectáculo producido por Emilio Aragón que se puede ver en el Palacio de Deportes de Santander desde este viernes y hasta el domingo en distintas funciones. «Lo que venimos a presentar a Cantabria es un doble homenaje. Por un lado, a Gabriel Aragón, más conocido como 'El gran Pepino', y a su esposa Virginia Foureaux. Ellos fueron los bisabuelos de nuestro director artístico, Emilio Aragón, y con los que comenzó esa maravillosa saga. Por otra parte, 'Circlassica' también quiere hacer un tributo a los pioneros del circo, un arte que nació hace 250 años y que goza de muy buena salud», señala Luigi Beluy.

Su personaje, Nim, es un payaso bonachón e ingenuo que, en el centro de la pista, sueña y suspira por el corazón de Margot, la bailarina. «Pero fundamentalmente Nim «sueña con volver a tener sueños. Por volver a conseguir imaginar». Y este clow, que no emite ni una sola palabra durante toda la función, pero que con sus gestos consigue emocionar, es el encargado de que con él y sus andanzas «todos volvamos a soñar e imaginar y, sobre todo, volvamos a recuperar la ilusión».

Funciones

  • Lugar Palacio de Deportes (C/ Alcalde Vega Lamera). Santander

  • Horarios El sábado a la 16.30 y 19.30 horas y domingo a las 12.00 y a las 16.30 horas

  • Entradas De 25 a 50 euros en www.entradas.circlassica.es

Como su personaje, Luigi Beluy también tuvo un sueño. Según explica y a diferencia de otros muchos artistas de circo con una gran tradición familiar él llegó a él por casualidad. «Me topé en un parque con unos chicos que estaban jugando con un diábolo y no paré hasta que mi padre me compró uno», señala. Poco después descubrió que en Madrid, su ciudad, había una escuela de circo, Carampa, y cuando entró por primera vez en la carpa que la albergaba tuvo muy claro donde quería pasar el resto de su vida. «Ahora mis sueños son poder seguir disfrutando de este maravilloso arte que es el circo y seguir presumiendo de la calidad que tienen los espectáculos que se hacen en España». Y pronto, en cuanto acabe la gira con 'Circlassica', presentará su propio show en el que el humor estará bien presente.

Aunque en los inicios de su carrera tocó prácticamente todas las disciplinas artísticas relacionadas con el circo, finalmente se decantó por el trabajo del clow, del payaso. «Siempre he tenido mi corazón muy ligado al humor, a la comedia y a esta ternura y sensibilidad que tiene el brindar a los espectadores este tipo de personajes porque hacer reír es muy difícil, pero emocionar y más en los tiempos que corren, es complicadísimo».

El espectáculo

Emocionar, precisamente, es el objetivo de este espectáculo de dos horas de duración y en la que no falta ninguno de los números clásicos del circo, eso sí vestidos con los cuidados diseños de Berta Riera y Nuria Manzano, que se han inspirado en las ropas que usaban los artistas pioneros del circo moderno, buscando de cada disciplina el 'traje icónico', ese que todos tenemos en la cabeza, usando en la confección técnicas de sastrería clásica y reproduciéndolo lo más fiel posible para que no pierda la esencia, pero siempre adaptándolo a los nuevos tipos de tejidos actuales, más cómodos y fáciles para trabajar.

El atrezzo y los complementos decorativos clásicos del vestuario también han sido trabajados y cuidados al detalle. Abundan elementos como galones dorados, alamares, botones vintage... algunos de los cuales proceden de distintos anticuarios.

La música en directo –una cellista acompaña en la pista la mayoría de los número y es cómplice de los apuros amorosos del payaso Nim– y dos grandes pantallas de vídeo en las que se van sucediendo varios audiovisuales sobre la historia del circo apoyan la historia que se vive en la pista.

En un momento de la función no falta el homenaje a las pioneras de este arte. ¿Sabía que el primer hombre bala en realidad fue una mujer? ¿Que el trapecista más famoso que hubo en España también era chica y se llamaba Pinito del Oro?

Además de Nim y su amada Margot, 47 artistas de distintas nacionalidades pasan por esta pista para inculcar entre el público la pasión por este arte. Es el caso del dúo cubano Ebenezer y sus equilibrios, o el funambulista italiano José Muñoz. Los malabares también tienen su representante en 'Circlassica' con el joven bieloruso Pavel Evsukevich, con más de diez récord mundiales por el manejo y combinación de aros y rulo.

Marton Brothers son dos hermanos italianos que realizan figuras acrobáticas con fuerza y elegancia como si fueran a 'cámara lenta' y Marcela y Olavo practican distintas variantes del cuadrante o trapecio.

Uno de los números más contemporáneos del espectáculo es el que presenta la artista rusa Tatiana Zeghlova con su aro acrobático. Una técnica cuya forma circular y la posibilidad de girar rompe con el tradicional trapecio fijo ya que deja ver la totalidad de la artista mientras realiza figuras mostrando la flexibilidad, fuerza y sinuosidad de su cuerpo... y así hasta docena de números pensado para el disfrute de un público de todas las edades.

La historia

En el año 1768 Philip Astley, un ex oficial de caballería del ejército de la Reina de Inglaterra, asombró a la audiencia con números ecuestres y virtuosos del cuerpo y la comicidad. Disciplinas antiguas que han acompañado al hombre desde el principio de los tiempos y que Astley tuvo la idea de reunir en un sólo espectáculo, dentro de una pista redonda de doce metros. Así es como nació hace 250 años el circo moderno al que se homenajea hasta el domingo en Santander. ¿Y qué queda de aquella idea en los modernos espectáculos que se ofrecen en las salas de todo el mundo? «La esencia», asegura Luigi Beluy. Un carácter, una forma de enfrentarse al mundo que está bien presente en esta función. «La esencia del más difícil todavía queda en los números que el público va a ver estos días y que llegan desde distintos rincones del mundo. También es la esencia de dar la vida por poner toda nuestra pasión en la pista. Toda la gente que nos dedicamos al circo amamos este maravilloso arte hasta lo más hondo de nuestro corazón. Creo que esto es lo que hace que el público conecte con nosotros desde que entra», asegura.

«Soñar para vivir. Vivir para soñar» es la invitación de todos los que participan en 'Circlassica', «El circo es el único lugar en el que todo es posible», concluye el artista.

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