La Colegiata recuerda la relación entre China y Santillana del Mar

En total hay 17 piezas expuestas, pero son más de 60 las que se conservan si a estas se suman las que aún permanecen guardadas en la sacristía. De esas relaciones con China también se conservan los marfiles más grandes del mundo que están ubicados en el Museo Diocesano. «Todo esto ha estado guardado durante años porque nunca se han valorado las cosas orientales», explicó ayer durante la inauguración de la muestra, Enrique Campuzano, director del Museo Diocesano. A la presentación también asistió Alberto Tagle, heredero del linaje de Santillana que ocupó el cargo de director de proyectos en la Fundación Getty de Los Ángeles y que ahora es conservador de los museos de Amsterdam y que destacó que uno de los grandes rasgos de esta exposición es que se conoce la procedencia de las prendas: «Se sabe de dónde salió todo y quién lo trajo y además siempre ha estado aquí guardado». Y es que, según destacó, la mayor parte de museos que tienen secciones dedicadas a China no tienen documentación.

«Se sabe que son orientales por las técnicas empleadas. Suelen ser cosas de coleccionistas que se han comprado. Son piezas que pierden su calidad patrimonial. Lo que encontramos aquí es el testimonio y el documento de las relaciones que tenía Santillana del Mar con China», tal y como indicó este experto. La mayoría de las piezas, tal y como señalaron llegaron a Cantabria a través del Galeón de Manila que, en su tiempo, fue el mayor buque del mundo que transportaba plata, necesaria para mantener el comercio con China.

En la inauguración también estuvieron presentes la gerente de la Fundación Camino Lebaniego, Pilar Gómez Bahamonde; el delegado del patrimonio del Obispado, José Manuel Ortiz; la arquitecta colaboradora de la Sagrada Familia, Chiara Curtis; el arquitecto diocesano del Obispado, Alberto Alonso; el alcalde de Santillana del Mar, Ángel Rodríguez y la teniente alcalde de este Ayuntamiento, Sara Izquierdo.