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Crecer al lado de un puerto invita a mirar la ciudad que se habita con otra perspectiva. En el caso de la capital cántabra, uno está imbricado en la otra y sus sonidos, rutinas y colores quedan enganchados en la memoria infantil. O quedaban. Javier ... Gandarillas y Julia Fernández Valdor se dieron cuenta de que sus respectivos hijos no tenían esas referencias y para ponerle remedio, decidieron escribir un libro: 'Mi abuelo Camba y yo. Un día en el Puerto'. Este es uno de los dos volúmenes que ha editado la Autoridad Portuaria, dentro de las amplias celebraciones de su 150 aniversario.
El otro, mira también al pasado, a uno más lejano, ese que alimentó el imaginario vinculado al mundo marino y sobrevive a día de hoy: 'Leyendas y supersticiones de la Mar', un trabajo en el que Luis Herreros revisa, recopila y trae al presente dichos y creencias alimentados por las mareas.
Santiago Díaz Fraile, director de la Autoridad Portuaria de Santander consideró en la presentación que se trata de una forma «inteligente de incorporar a los más jóvenes al puerto de su ciudad», dando, además, «un nuevo impulso entre dos entes que deben coexistir sin interferir». Las publicaciones se suman a las actividades que «desde hace una década tratan de abrir el puerto para interactuar con él», señaló.
Carmen y su abuelo Camba, dos cangrejos, recorren el puerto compartiendo preguntas y respuestas, viendo el Ferry, la zona cultural, el transporte de productos... «Contado de una forma muy dinámica y divertida, con unas ilustraciones fantásticas de Jessica Guerra», explicó Gandarillas. «Queríamos hacer una conexión emocional entre las personas y el puerto, con el que tenemos una historia todos los que hemos vivido alrededor de él -añadió Valdor- Y si no la hemos tenido, con este trabajo en equipo, podremos acercarnos a ello». Este es el primer trabajo de autoría conjunto que realizan, para el que han contado con el diseño editorial de Mutta Estudio y se entragará como obsequio a los colegios que visitan la APS.
El abuelo Camba podría habnerle contado a su nieta muchas de las historias que aparecen en las 'Leyendas y supersticiones del Mar'. Relatos que se han ido heredando de voces a voces, como esos que dicen que no se puede cambiar el nombre de un barco porque da mala suerte o que no se puede iniciar una travesía en viernes porque fue el día que murió Jesucristo. La recopilación es un trabajo de Luis Herreros y otros miembros del Club Deportivo 'The Lice Sindicate', que cuenta con varias travesías oceánicas en su haber y múltiples navegaciones de altura entre marzo de 2020 y febrero de este año. El autor explica cómo ellos mismos han cumplido con la tradición de poner una moneda de escaso valor en el mástil antes de emprender sus viajes «entendida como un pago» a las deidades protectoras. «Un método de protección en el que han creido generaciones de marinos, ante un medio tan descarnado y hostil como el mar».
En este libro, que cuenta con el patrocinio de Ferrovial, cuyo gerente de la zona norte, Alberto Val, estuvo en la presentación, y Alufasa, el viaje por las leyendas se ha remontado hasta el antiguo Egipto, «donde se dice que los barcos tenían un ojo en cada amura» o por Grecia de donde procede el gesto de romper una botella antes de la botadura de un barco «y que, por cierto, no hicieron en el Titanic», mencionó Herreros. Ambos libros quedarán a la venta en las librería del Palacete del Embarcadero y el Centro de Arte Faro Cabo Mayor.
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