«Sin la comunicación con el público, los músicos somos inútiles y parásitos»

¿Y por qué era tan especial el concierto de ayer? «Porque es un programa que no tocamos desde marzo. En concreto desde dos días antes de que se decretase el estado de alarma y desde entonces no hemos vuelto a los escenarios», señala este violonchelista quien también destaca la importancia que para todo el trío tiene este marco. «Para nosotros este es un entorno muy especial porque los tres hemos estado vinculados como alumnos a la Escuela Superior de Música Reina Sofía y al Encuentro de Música y Academia en el que participamos en diferentes años y ahora, aunque tenemos carreras diferenciadas, en mi caso también ligada como profesor a la Escuela, volver a Santander tiene un gran significado», asegura el músico madrileño.

El Trío VibrArt ha alcanzado una gran madurez como grupo en los últimos años, gracias a la actividad artística de sus integrantes paralela a la del trío, habiendo tocado con orquestas como la Konzerthausorchester Berlín, BBC Symphony Orchestra, Orquesta Nacional de España, Orquesta de la RTVE o la Orquesta de la Radio de Polonia, entre otras, y en salas como el Wigmore Hall de Londres, la Philharmonie de Berlín, la Herkulessaal de Munich etc.

Fernando Arias recuerda que cuando Miguel Colom y él mismo estudiaban en Berlín pudieron conocer por fin a Juan Pérez Floristán, del que ya habían oído hablar mucho y bien porque era amigo de su hermano también pianista. «Nosotros ya finalizábamos nuestros estudios en Berlín cuando Juan iniciaba los suyos. Le conocimos allí y decidimos hacer un trío. Al principio de una forma un poco relajada y casi como complemento formativo. Nos entendimos muy bien y hemos encontrado en esta formación una forma de mantener una carrera paralela que nos permite seguir siendo individuos. Mantener nuestra propia personalidad y juntarnos, en festivales como este, nos permite poner en común los caminos paralelos que cada uno seguimos y que nos reportan mutuamente».

El intérprete explica que hasta ahora no han tenido ningún problema para consensuar los programas que van a ofrecer. «Solemos coincidir en el tipo de repertorio que queremos interpretar. Muchas veces es Juan Pérez Floristán el que tiene más peso. Él es el centro del grupo al final, porque el piano es el instrumento polifónico que nos envuelve y entendemos que, de alguna manera, también tenemos que adecuarnos más a él».

Y como hasta ahora, y según recuerda, no ha habido divergencias a la hora de elegir las partituras, tampoco hubo discusión a la hora de comenzar con Beethoven para estas actuaciones en el 'Reencuentro'. «No tuvimos ninguna duda en esto porque lamentablemente el 'Año Beethoven' se ha quedado muy desdibujado por la pandemia que sufrimos. Además su música tiene una trascendencia especial. Se ha dicho muchas veces que su música trasciende y habla a la Humanidad en global, así que nos parecía que era una buena manera de enfocar el programa con un trío que compuso es un época de madurez combinado con Mendelssohn, en este caso con trío romántico, grande y expansivo que nos parece es necesario en una circunstancia como esta», expone.

Sobre la importancia de la música en lo que Gobierno ha llamado 'nueva normalidad', Arias cree que es muy importante, como también lo es el apoyo del publico. «La música sin el aplauso del publico es absolutamente innecesaria y por eso creo que la gente que dice que los músicos, e incluso el arte de la música clásica, somos un poco parásitos de la sociedad porque no somos rentables desde el punto de vista económico se equivocan porque la rentabilidad no es económica. Es una rentabilidad social, humana, de progreso y de entendimiento. La música tiene el valor de poder transmitir emociones para las que el lenguaje hablado se queda corto. Por eso la comunicación con el público es tan necesaria. Los músicos sin el público somos inútiles y parásitos».

En cuanto a los planes de futuro y cómo les ha afectado el confinamiento a causa de la crisis sanitaria, Fernando Arias, señala que tuvieron que cancelar todas las actuaciones que tenían contratadas como trío hasta el mes de octubre. «En mi caso, como también doy clase pues soy profesor en el Real Conservatorio de Música Superior de Madrid, al menos he estado trabajando, aunque fuera online. Juan, que es solo concertista y no es poco, ha sufrido un parón absoluto en su trabajo y eso es más difícil de sobrellevar y en el caso de Miguel, que es flamante concertino de la Orquesta Nacional ha podido ofrecer algún programa, pero muy pocos, porque la orquesta también tuvo que parar».

Por último quiere remarcar «la clarividencia de la Fundación Albéniz» al organizar este 'Reencuentro' que hoy termina. «Tanto en su denominación como en su afán por ofrecer un programa de calidad y mantener ese vínculo tan fuerte con la ciudad de Santander».