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La vida de una cigarrera santanderina en los años cincuenta y la historia de las pasiegas empleadas como amas de cría por nobles y burgueses ... alimentaron dos de sus ficciones y construcciones narrativas. Ahora novela el Santander de la Guerra Civil a través de la historia de Las Carolinas. Concepción Revuelta, que se asomó al mundo literario con la publicación del cuento infantil 'Los Pegimun', retrata en su regreso a cuatro mujeres que deben afrontar un futuro convulso con fortaleza y valor. En su nueva novela, 'Las mujeres de Las Carolinas' (Plaza&Janés), la escritora santanderina traza una narración de lucha y empoderamiento con cuatro protagonistas que «representan las conquistas de la mujer profesional del siglo xx en el periodismo, la gastronomía y la medicina».
Concepción Revuelta dio el salto a la novela la pasada década con 'Aromas de tabaco y mar'. Ya en 2019 publicó en Plaza & Janés su segunda novela, 'Te di mi palabra', sobre la citada historia de las pasiegas. Y a esta la siguió 'Días grises con cielo azul', que vio la luz dos años después.
Ahora sitúa su nueva narración en 1935: «La Segunda República ha traído avances para la situación profesional de las mujeres en todo el país. Pero, en los albores de la Guerra Civil, eso está a punto de cambiar drásticamente». A las puertas del conflicto bélico, retrata a cuatro jóvenes de diferente condición y estrato social que forjan una amistad en la famosa casa de las Carolinas, en Santander.
Son: Gloria y Laura, enfermeras que se sienten impotentes ante el dolor físico y la injusticia; Susana, una valiente cocinera que nunca quiso destacar, pero que se verá obligada a ello; y Ana, una estudiante de derecho que ejercerá de periodista para denunciar los atropellos a la clase obrera. El libro ve la luz esta semana y el próximo jueves, día 5, será presentado en el Corte Ingles de Santander a las siete de la tarde. Factores como la entereza y el valor, la amenaza de sus aspiraciones y hasta de sus vidas, la fortaleza, el coraje y el sacrificio confluyen en el libro que tiene a uno de los episodios más convulsos de la historia como telón de fondo..
La autora recuerda que Las Carolinas es una de esas mansiones que los habitantes de la ciudad están acostumbrados a ver a lo largo de su vida y que ha sido tomada como referente en muchas ocasiones. «Un lugar lleno de vida, donde se forjaron historias entre sus muros que ahora guarda con respeto y anhelo». Hoy es la sede de la Asociación de Hostelería de Cantabria y Hotel Escuela.
Desde su infancia Concepción Revuelta imaginó cómo sería la casona con las explicaciones que su abuela le daba. «El resto de la labor de documentación de la novela, gracias a la colaboración de las personas que ahora la sostienen, ha venido rodado». El pequeño altar que aún se conserva, los armarios empotrados que llenaban paredes de la sala de estar camuflados con noble madera, la localización real de la cocina, la capilla anexa a la habitación principal, la pequeña pero coqueta escalera principal cubierta de una maravillosa alfombra llegada de países lejanos..., detalles que han sido fundamentales para situar la historia».
Pero a pesar de ser la casa el lugar central de la novela, hay datos importantes que se relatan también: «El Hospital Marqués de Valdecilla fue objeto de largas tardes de charla e investigación, intentando con ello mostrar la importancia de un hospital puntero». Y el hecho de ser Santander una de las ciudades que resistió el golpe del 18 de julio de 1936, «ha servido para poder mostrar en parte cómo sus habitantes vivieron aquel año en la zona republicana». De las caballerizas del Palacio de la Magdalena o el Casino, que pasaron a ser hospitales de guerra, a hoteles como el Ignacia, donde años antes Antonio Machín o Carlos Gardel se alojaron, que se convirtió en sede del Secretariado de Milicias. Detalles de una ciudad totalmente transformada, no solo por la guerra, sino por el incendio de 1941, se muestran en esta novela, «donde aquellas plazas y calles originales son el escenario de la historia».
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Ana del Castillo
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