Concha Velasco recala en el Palacio con 'La Habitación de María', su adiós teatral

Premio Nacional de Teatro en 1972 y 2016, ha recibido casi la totalidad de las grandes distinciones como la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio en 2017, Medalla de Oro de Valladolid y de Madrid, el Premio Max de Honor , Premio 'Emérita Augusta', Medalla de Oro a las Bellas Artes, Goya de Honor 2012 y el Premio 'Toda una Vida' de la Unión de Actores, entre otros muchos.

Entre sus últimos trabajos, 'La vida por delante' de Romain Garyn, dirigida por Josep Maria Pou; el musical autobiográfico 'Yo lo que quiero es bailar' escrito por Juan Carlos Rubio; 'Hélade' en el Festival de Teatro de Mérida; 'Hécuba' de Eurípides, dirigida por José Carlos Plaza; 'Reina Juana' de Ernesto Caballero dirigida por Gerardo Vera, y tras 'El Funeral' y 'Metamorfosis' afronta el que será su último trabajo teatral. El pasado mes de julio la actriz anunciaba que 'La habitación de María' «va a ser la última obra de mi vida. Tengo 80 años. Espero que tenga mucho éxito porque la función es muy bonita».

En la obra escrita por su hijo, Velasco encarna a una flamante escritora que no pudo recoger en persona el Premio Planeta por la agorafobia que sufre, por lo que celebra su ochenta aniversario sin ningún tipo de acto público. Durante el monólogo su personaje tendrá que tomar «la decisión más importante de su vida afrontando con un inteligente sentido del humor sus miedos, sus fantasmas, y todos los traumas de su vida que le han llevado a una encrucijada». La Sala Argenta acogerá dos funciones, el viernes 25 y el sábado, día 26, ambas a las 20.30 horas. Aún hay entradas disponibles, con precios que oscilan entre los 10 y los 25 euros.

Con motivo del estreno de la obra en agosto en San Sebastián –Santander es prácticamente el arranque de la gira nacional–, El Diario publicó una entrevista con la veterana actriz en la que confesaba que le sigue ilusionando todo, «porque sin ilusión no se puede vivir. Yo cuando era pequeña siempre pedía ser feliz y siempre he protestado, porque no era feliz. Y quizás la felicidad la he vivido sin darme cuenta. Tengo ilusión por la vida y por mi trabajo, aunque lo esté pasando mal por la salud y también por la situación económica que se viene».