![«Concibo el teatro como una experiencia colectiva, no se puede plantear de otra manera»](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/11/06/99584943-kkFE--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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«Yo crecí en Santander». Así comienza la conversación con Jerónimo Arenal, actor que este fin de semana vuelve a casa, para hacer un doblete sobre las tablas. Mañana será Estragón en 'Esperando a Godot', en el Paraninfo de Las Llamas (20.00 horas). El ... sábado se transformará en 'Ricardo III', en el Palacio de Festivales (19.30 horas), donde antes, esta tarde, (19.30 horas) conversará junto a Ricardo Iniesta, director de la Compañía Atalaya y Francisco Valcarce, director de la Muestra Internacional de Teatro Contemporáneo de la Universidad de Cantabria, sobre 'El abrazo del tiempo'. El documental recorre los treinta años de la singular compañía que propugna como lema 'Otro teatro es posible'.
«Encantado», reconoce, de hablar con El Diario Montañés «porque toda mi vida ha sido parte de mi cultura» regresa a Cantabria, con una trayectoria asentada, mostrando su saber hacer en diversas ramas del mundo escénico, una realidad que, más que «un éxito», es una «tremenda emoción». Y es, también, en cierto modo, el cierre de un círculo vital y profesional. Su primer encuentro con el teatro fue en el Aula de Teatro Contemporáneo de la Universidad dirigida por Valcarce, donde «pudimos ver lo mejorcito de todo el teatro contemporáneo que se ha hecho desde los años 90 hasta ahora, una ventana abierta al mundo teatral que te hace componerte una imagen y plantearte posibilidades», afirma. Desde La Zaranda a La Fura Dels Baus. «Como espectador he sido testigo del trabajazo que se ha hecho; teníamos una gran riqueza cultural». De ahí pasó a los talleres, alguno de los cuales impartió Ricardo Iniesta, director de Atalaya, compañía donde trabaja desde hace tres décadas. Recuerda con especial cariño, además, su etapa en La Machina. Casi siete años haciendo teatro infantil, para adultos, de calle... Todo tipo de cosas. «Yo quería formar parte de ello y aquí sigo».
Hoy Proyección de 'El abrazo del tiempo (Atalaya 40 años' y conversación con Ricardo Iniesta, Jerónimo Arenal y Francisco Valcarce. Palacio de Festivales (19.30 horas)
Mañana 'Esperando a Godot' Paraninfo de las Llamas. (20,00 horas) XXXV Muestra de Teatro Contemporáneo de la UC.
El sábado 'Ricardo III'. Palacio de Festivales. 19.30 horas. Sala Argenta.
Se siente afortunado de formar parte de Atalaya, escuela, compañía, laboratorio... Amalgama creativa que describe como «un lugar muy especial» y al que llegó al emigrar en busca de oportunidades que colmases su afán vital y le permite, no solo dedicarse a la profesión que ama, sino, además, vivir de ella. En el centro, pionero en la creación de un Laboratorio, «son muy importantes los procesos de experimentación». 30 años llevan ofreciendo esa opción a los alumnos, en torno a 70 en este 2023. El propio Arenal formó parte de la primera edición del Laboratorio TNT. Han crecido en paralelo. «Allí donde vamos, vamos dejando una semillita», defiende. El resorte que lleva al espectador a preguntarse «¿qué habrá hecho Atalaya con este texto?».
Arenal estudió Magisterio. Es maestro por titulación y también en su día a día en Sevilla, donde se encuentra su centro de operaciones, pero de otra manera. La práctica de la docencia teatral que ejerce en el Atalaya es «muy especial». «Conforme uno va creciendo como actor se va dando cuenta de que hay una serie de espacios que quieres acercar a quienes están en ese proceso de formación». Trabajan desde el teatro físico, el antropológico. De Meyerhold a Grotowski. No solo es algo teórico; todos los actores que dan clase en la compañía están a la vez de gira, haciendo muchos espectáculos. «Ahora mismo el laboratorio está siendo el motor que genera una vibra muy bonita en nuestro espacio, porque viene mucha gente joven, con muchas ganas e inquietud».
En Santander se impregnarán de la flema británica, pues representarán el viernes a Samuel Beckett y el sábado un clásico de Shakespeare. «Dos pedazo de textos» y «un ejemplo de progresión», explica. Como director, Ricardo Iniesta ha querido ir más allá de los propios textos y «ambos autores tenían que estar» en su repertorio.
«Todo este bagaje que planteamos, que nos traemos entre manos, con la confianza de Francisco Valcarce, de Esteban Sanz Vélez en el Palacio, ha permitido traer las dos obras» y en paralelo, el jueves, la proyección de la película 'El abrazo del tiempo', un documental que se estrenó en el 2018 en el Festival de Cine de Sevilla y está girando aún y con el que narran la evolución de Atalaya desde sus inicio, en la voz de personajes como Eugenio Barba, Esperanza Abad, Roberta Carreri, Leo Bassi y prestigiosos nombres que han tenido en alguna medida una complicidad con el grupo, como Benito Zambrano, José María Pou, J.L. Gómez, Laila Ripoll o Carlos Gil..
'Ricardo III' ha sido el papel que para Arenal ha representado el mayor reto. «Un personaje muy complicado, la segunda tragedia más larga después de 'Hamlet', que rompe la cuarta pared e intenta contarle al público todo lo que va a hacer a continuación».
Además, está en verso yámbico, británico, que condiciona el ritmo. La preparación llevó meses. «Enfrentarse a un Shakespeare eran palabras mayores». Contaron con Will Keen, actor británico con el que trabajaron diversos aspectos de la obra.
Otra de sus facetas está en la dirección, con la obra 'El Hueco', un texto de otro cántabro, Alberto Iglesias. «Conforme pasa el tiempo uno tiene nuevas motivaciones». Le llamaron de un grupo amateur, «término que viene de los que aman» y con los que ha descubierto «que la pasión que son capaces de poner, tras sus horas de trabajo, es increíble y me quito el sombrero».
Jerónimo Arenal habla en plural. «Concibo el teatro como una experiencia colectiva y todo lo que me pase a mí, incluye a mis compañeros, actorales, docentes...No me lo puedo plantear de otra manera».
No olvida, en su relato, la parte social de Atalaya. «Es muy importante». A raíz de que el Ayuntamiento de Sevilla cediera un espacio a las compañías más señeras de la ciudad se instalaron en Pinomontano, junto al barrio gitano de El Vacie. «Nuestra llegada al barrio fue haciendo un pasacalles y un taller para niños». Si dieron cuenta de que las madres se acercaban, sentían curiosidad, y «poco a poco surgió el taller para madres». El resultado fue una obra propia. «Esas gitanas fueron las que llevaron adelante 'La casa de Bernarda Alba' que tanto giró, que tanto se movió y que va a volver», anuncia. El Vacie ya no existe. Apenas quedan unos restos, pero es «una demostración del poder del teatro como cambio social».
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Ana del Castillo
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