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Javier García Sánchez (Barcelona, 1955) tenía 8 años cuando Lee Harvey Oswald es abatido a tiros en los pasillos de una comisaría de Dallas cuando iba a ser trasladado a la cárcel del condado. La escena se retransmitió en las televisiones de todo el ... mundo ya que era el único acusado del asesinato dos días antes de John F. Kennedy, presidente de Estados Unidos. García Sánchez presenció esas imágenes televisivas y desde entonces ha seguido todo cuanto se ha escrito sobre el magnicidio y lo que rodeó la muerte del presidente más carismático de Norteamérica. Libros, revistas, películas, archivos, entrevistas... forman parte de la documentación de 'Teoría de la conspiración', el libro que se presenta esta tarde en Estvdio y en el que desmiente, con datos, las versiones oficiales. «Todo es una absoluta mentira», afirma. Según explica la muerte del mayor de los Kennedy se debió a una conspiración que continúa hoy en día. Un complot en el que además de Oswald habría al menos otros dos tiradores y que se saldó con la muerte de medio centenar de personas, que fueron testigos, en los días posteriores del atentado.
García Sánchez reconoce que lo que le ha llevado a escribir este libro se puede definir como un «cabreo» que experimentó al leer la mayoría de los estudios que se publicaron hace cuatro años con motivo del 50 aniversario del atentado. «A partir de la película de Oliver Stone en el año 1994 la teoría de la conspiración se hizo más popular y a mí siempre me rondó por la cabeza escribir sobre el tema con motivo del aniversario. Otros trabajos me impidieron ponerme a ello y, la verdad, es que tampoco me importó mucho porque estaba convencido de que otros autores lo harían. Sin embargo todo lo que leí me indignó y no me ha quedado más remedio que escribir por fin este libro que no deja de ser una respuesta a esos otros ensayos», comenta.
El escritor, que es autor de una treintena de obras en prosa como 'La dama del viento sur', 'La historia más triste' o 'El otro amor' y que también se ha adentrado en la narrativa deportiva con títulos como 'El Alpe d'Huez', 'K2' o 'Miguel Induráin' , insiste que en su teoría sobre la conspiración en el asesinato de Kennedy se incluyen otras muchas opiniones y analistas que reúne para que el lector saque sus propias conclusiones. «A lo mejor es una tarea inútil, pero creo que necesaria», sostiene.
Tampoco es nuevo, según cuenta, volver a escribir sobre quien, cómo y por qué se mató al presidente. «¿Motivos? Hay 'tropecientos' algunos muy poderosos como sus problemas con la mafia. Acababa de encarcelar a 300 mafiosos. También su oposición a la guerra con Vietnam, un país que después de la Segunda Guerra Mundial era el negocio de oro para Estados Unidos y, sobre todo, que para el 'establishment' de la derecha, Kennedy era un comunista en ciernes y muy peligroso tanto por su relación con las mujeres como por sus coqueteos con las drogas, incluidas las alucinógenas».
En cuanto al quién, deja claro que la CIA y el Ejército montaron una conspiración «que por primera vez se les va de las manos». Y esto es, según dice, lo que quiere exponer en este libro. «La historia de Dallas no les salió bien gracias a los medios de comunicación, a los muchos testigos que lo presenciaron y a las películas que fueron apareciendo en los días posteriores». Todos esos hilos que quedaron sueltos «obligaron a matar a casi medio centenar de personas entre policías y otros testigos», según García Sánchez quien afirma que ha querido escribir este libro «porque en estos tiempos de mentira y posverdad esas personas merecen que su muerte salga a luz y de alguna forma se haga justicia con ellas».
De todas ellas, el autor de este libro, proporciona nombres y apellidos y la relación que tuvieron con el crimen. «La gran pregunta puede ser quien da la última orden. Yo estoy seguro de que fue el Ejército. Oswald era un militar, un marine que hizo todo lo que se le ordenó hasta las 12.30 horas de aquel maldito día. Pero se les escapó vivo dos horas y media. Un tiempo en el que le debían haber matado para que nada se descubriera. Pero tuvo dos días más en los que habló hasta siete veces. Solo ha trascendido una en la que asegura ser un chivo espiatorio».
A Javier García Sánchez le parece que ya va siendo hora de contar la verdad incluso de recordar que Lyndon Johnson, vicepresidente entonces y presidente a partir de aquel día, también estaba metido en la conspiración e incluso con un francotirador suyo. «Con este tema siempre he tenido la impresión de que es como si alguien contara la Segunda Guerra Mundial y se refiriera a Hitler y a los nazis sin mencionar el Holocausto o los judíos. Con Kennedy ocurre igual, cuentan su historia llena de mentiras hasta Dallas y a partir de ahí no se ha vuelto a saber nada».
Sin embargo, la conspiración continúa. «Ayer mismo un amigo mío, experto en este tema participó en una tertulia televisiva en Estados Unidos y cuando vio la emisión comprobó que todo lo que afirmó de la CIA y la conspiración había sido cortado, mientras que lo que dijeron los otros dos contertulios no. Uno de ellos, además, era que seguía erre que erre con que Oswald fue el único culpable. A esta gente le da igual los datos que les muestres o lo que les expliques y eso me perturba».
En cuanto a él, reconoce que nunca ha sido censurado. «Algún que otro problema pero no sé si puedo decirte más», concluye.
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