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«'Leer restaña y escribir cicatriza'», nos dice Ramón Andrés; y es posible que la fotografía contenga algo de esos dos procesos: quizás nos sirva ... para conectar ideas, para analizar, para entender... para (no) olvidar». Raúl Lucio, bajo el epígrafe 'Cuando nos convertimos en espuma', reúne sus miradas, con la pandemia al fondo, en una muestra que se expondrá desde el próximo día 19 en la Fundación Bruno Alonso. En principio, al igual que anteriores entregas de este espacio, estaba previsto que la exposición formara parte del circuito de PHotoEspaña en Cantabria en este mes de septiembre. La muestra ha sido comisariada por Luis Alberto Salcines y Salvador Carretero, en coordinación con el propio fotógrafo, a la hora de seleccionar las imágenes.
'Cuando nos convertimos en espuma. La serie' pone el foco en el periodo del confinamiento por la pandemia: «Nosotros (los humanos), que nos creíamos libres, inteligentes, capaces de controlar todo y, por supuesto, preparados para asumir sin dificultad las novedades venideras, de repente vimos cómo un pequeño organismo nos ponía contra la pared y esta vez lo hacía a escala planetaria».
Por el camino, «aprendimos el verdadero significado de términos como estado de alarma, confinamiento, tormenta de citoquinas, desescalada o nueva normalidad; y nos enfrentamos -esta vez en serio- a gestionar el miedo, la soledad, la incertidumbre, el estrés y la depresión. Aprendimos -no quedó más remedio- a habitar la extrañeza». El encierro obligado creó diferentes escenarios en la población: desde la sencilla adaptación a una dinámica en la que primaba la vida interior y cierto equilibrio psicológico, hasta situaciones de alto conflicto en hogares poco o nada dotados para que una unidad familiar afrontara la cuarentena.
En ese contexto, Raúl Lucio (Reinosa, 1967) licenciado en Geografía e Historia, máster en Diseño Digital y diplomado en Fotografía Artística Contemporánea, en su condición de personal esencial en el Gobierno de Cantabria -dada su labor diaria como fotoperiodista para esa institución desde 2011- pudo a lo largo de los meses de marzo y abril realizar imágenes de las callesede Santander: «Solitarias, desiertas, convertidos sus habitantes en espuma invisible, una distopía inesperada». Más allá de preguntas que se han planteado en los dos últimos años con insistencia, caso de '¿nos habrá servido de algo todo lo vivido durante la fase pandémica?', Lucio confiesa que de aquellos días le queda «el inquebrantable sonido del silencio en las calles, una cámara de vigilancia y una paloma alzando el vuelo». Y cita, entre otros, a George Steiner: «No hay que tener miedo al silencio. Solo el silencio nos enseña a encontrar en nosotros lo esencial». La serie que exhibirá en la Fundación se articula a partir de esas ideas.
Lucio ha desarrollado numerosos proyectos personales relacionados con la imagen, fotografía y vídeo, en los que se sirve de géneros clásicos. Y como fotógrafo ha colaborado con varias instituciones y empresas. Compagina sus trabajos como fotógrafo y videocreador con labores docentes (Photoshop y Lightroom), comisario (La Caverna de la Luz o La Ortiga) y jurado en diferentes concursos. Durante dos años coordinó en Santander La Pared Azul, un espacio fotográfico independiente donde se presentaba obra fotográfica, tanto de autores consagrados como de emergentes. Es miembro fundador de Espacio Imagen, la Asociación Cultural de Fotografía y Vídeo de Santander, que viene ofreciendo un amplio abanico de actividades relacionadas con la imagen desde su fundación, a finales de 2010. Y colaboró de forma habitual en los proyectos realizados por el fallecido fotógrafo cántabro Pablo Hojas. Su obra forma parte de varias colecciones privadas y de instituciones.
Ya el pasado año el fotógrafo encabezó un proyecto en el que se trataba de responder a cuestiones como: «¿Qué ha pasado con nuestros cuerpos durante el confinamiento?...». 13 ensayos fotográficos de otras tantas autoras, que investigaba aspectos relacionados «con el cuerpo, representación e identidad», se tradujo en un fotolibro y una exposición, en el 25 aniversario de La Ortiga. El Centro Cultural Los Arenales dio cabida a la muestra 'Damos vueltas alrededor de la luz, aunque seamos consumidos por su fuego', proyecto de la Vicepresidencia y Consejería de Cultura, coordinado y comisariado por María Montesino y Raúl Lucio.
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