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Una ecuación: inspiración, concepto y reflexión (no siempre por este orden) preside el trayecto desde la intimidad de su estudio hasta el espacio donde sus creaciones interpelan al que mira. Poética y metáfora, convertir lo cotidiano y ordinario en extraordinario es la premisa no escrita ... que subyace en la creación de Chema Madoz. En 1984 expuso por primera vez y, cuarenta años después, celebra en Santander una de sus muestras, con carácter antológico, tras cuatro décadas de incesante indagación en una realidad que se nos devuelve provocadoramente diferente. El artista, que hace cuatro años decía que se agotará antes su imaginación que las posibilidades que ofrecen los objetos, asistió ayer a la inauguración oficial en el Centro de Arte de las Naves de Gamazo de su exposición, 'Una tirada de dados', comisariada por Borja Casani y que podrá verse hasta el 16 de marzo de 2025.
En realidad la exhibición de un centenar de obras cumplía ayer un mes de su apertura al público y son ya miles los visitantes que han pasado por la sede de la Fundación Enaire. El fotógrafo ha reunido esas imágenes y una selección pequeña pero representativa de los objetos escultóricos creados a lo largo de su trayectoria. «Una experiencia directa con las piezas, sin intermediación de textos, para invitar a una interpretación libre y personal».
La antológica, que estuvo precedida del Premio Honorífico de Fotografía 30 Aniversario de Fundación Enaire, puede contemplarse también en la Cápsula de Arte del Aeropuerto Seve Ballesteros.
Cerca de 150 personas asistieron al acto inaugural que contó con un acompañamiento musical ad hoc en homenaje a Madoz a cargo del dúo de violonchelistas Gema López y Rafael Ordaz, quienes interpretaron las piezas E penso a te, de Lucio Battisti; Passacaglia, de H ändel ; Tonada De Luna Llena, de Caetano Veloso; Senza fine, de Gino Paoli, y Aver paura d'innamorarsi troppo, de Lucio Battisti. La directora gerente de Fundación Enaire, Margarita Asuar, presentó al fotógrafo como uno de los «grandes» referentes de la fotografía contemporánea «con un talento extraordinario para atraer la curiosidad del espectador por la fotografía, el arte más democrático, y del que Madoz es un maestro indispensable, un referente mundial que nos inspira y provoca admiración con cada una de sus obras».
Madoz trabaja con el sentido «polisémico y abstracto de las cosas» para descubrir un «nuevo orden», una nueva «verdad simbólica», que resuelve finalmente con imágenes que buscan un «impacto» con la «imaginación», pues «solo la imaginación es capaz de hacernos ver de otra manera lo que vemos». Enaire, en paralelo, presenta el Tour virtual de la exposición y la Sala virtual de la Cápsula de arte. Recursos museográficos digitales que viene incorporando como novedad «para impulsar la democratización del arte, haciéndolo accesible desde cualquier lugar del mundo».
El público se encuentra con la proyección de un vídeo sobre la exposición que incluye la Sonata de Domenico Scarlatti interpretada por Elena Riaño, la cual forma parte de una de las obras de Madoz. Además, tiene aceeso al documental 'Regar lo escondido', de Imprescindibles TVE, en el que Ana Morente acerca «el universo mágico» de Madoz. Artistas y escritores reflexionan sobre su obra. El propio Casani, la escritora afincada en Cantabria, Menchu Gutiérrez –también presente en la inauguración– amigos y colaboradores hablan de las resonancias que unen a Madoz con Joan Brossa, el surrealismo o las greguerías de Gómez de la Serna.
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