'A las 7 en Correos'... y un paseo

Documentar, compilar y recobrar, con la mirada como ejercicio testimonial y la fotografía como lenguaje patrimonial, se funden en la labor de César Pombo en torno a la memoria santanderina. Son muchas las aportaciones que ha destinado a preservar imágenes del pasado, lugares y no lugares urbanos ya desaparecidos, o a generar un archivo de sitios y nombres que forman parte de la construcción de una ciudad. Ahora da un paso más con la consecución de un proyecto, entre la labor del coleccionista y la inquietud del investigador curioso que escudriña en estancias o desempolva fondos, que se ha plasmado en la publicación de 'A las 7 en Correos'. Epígrafe tras el cual asoma un 'Paseo por el Santander de los años 50-60'.

César Pombo Ortiz traza, a través de más de un centenar de imágenes y de veinticinco apartados o secciones temáticas, un itinerario de ciudad, de arquitectura, humano y evocador, también revelador de estampas, costumbres, pasajes y lugares ligados a la historia santanderina. Caben fotografías ligadas a hitos y sucedidos históricos, situaciones azarosas, rincones olvidados, retratos individuales y colectivos, tipos populares y toda una especie de iconografía, a modo de diario, que permite un travelling que atraviesa datos, fechas, rostros, personajes y espacios. El lenguaje de la calle, el detalle de una época, el tiempo varado y el fugado, las sombras de la catástrofe y los reflejos que enuncian crecimientos, o nuevas perspectivas.

La obra, que será presentada el próximo día 30 en la librería santanderina Gil, ya está a la venta. Cerca de trescientas páginas fruto de un proyecto, como confiesa Pombo, «largo y trabajoso». Ese Paseo desde Correos, tan santanderino, que ahora cita a lectores, para reconciliarse con historias pequeñas que suelen ser las más grandes, con geografías íntimas, privadas e intransferibles, también públicas, individuales y colectivas. El coleccionista ya rindio en 2015 homenaje a uno de los pilares de la identidad de la ciudad, al reunir más de 130 imágenes en un libro, 'Vamos de tiendas', en otro paseo gráfico por la historia del comercio de la ciudad. En este otro trayecto denso e histórico han colaborado más de una treintena de personas que han acompañado en el tiempo la labor de consulta, a través de la amistad, para forjar una obra que se antoja coherente en su equilibrio entre épocas, criaturas y estancias. Como ya sucediera en la anterior publicación, destaca la colaboración de Amado Gutiérrez Sancho. Las decenas de fotografías corresponden a archivos particulares e institucionales. Desde el Centro de Documentación de la Imagen de Santander, CDIS, con fondos concretos como los de Joaquín y José Luis Arauna o Pablo Hojas Llama; al archivo personal del propio Pombo, pasando por el Archivo Foto Mazo, siempre fundamental; Samot, Antonio Manzano...

Los pasos o estaciones con los que Pombo ha estructurado su libro van desde la reconstrucción de la ciudad, tras las huellas del incendio, a calles y edificaciones emblemáticas; del Ensache a los Jardines de Pereda; del nuevo centro a Puertochico; de los oficios de calle al puerto, de los cines a las navidades. En blanco y negro este paseo de imagen y memoria lleva una introducción de Antonio Santoveña Setién quien recuerda que «más allá de una amalgama de personas, construcciones, viales, espacio variados y elementos conmemorativos, una ciudad es el resultado de la interacción de diferentes factores y circunstancias». En el caso de Santander recuerda la catástrofe del Machichaco, la pérdida de las últimas posesiones coloniales, la guerra civil, y, por supuesto, el incendio de 1941. Sobre Correos, ese lugar con el que César Pombo invoca a los lectores, Santoveña señala varias razones que propiciaron la costumbre de citarse en este inmueble: El soportal donde guarecerse de las inclemencias metereológicas estaba beneficiado de su centralidad; su simbólico lazo con el pasado al ser uno de los pocos edificios que se salvó del fuego, su estética regionalista montañesa y su carencia de connotaciones negativas frente a una gran parte de organismos coercitivos ligados al régimen franquista. Para Santoveña el valor doble del itinerario elegido por César Pombo radica en la reflexión evocadora de quienes vivieron esa época y en la posibilidad de descubrirla a quienes se desenvuelven hoy en ese entorno.

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