
Susana Gómez | Directora de escena
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Susana Gómez | Directora de escena
«A las creadoras se nos deja de tratar bien cuando ocupamos los mandos»La directora de escena Susana Gómez participa hoy en el primer diálogo entre profesionales del ciclo 'Mujer y Cultura' que tendrá lugar en la Sala ... María Blanchard del Palacio de Festivales a las 19.30 horas. Vinculada al mundo de la ópera y de los espectáculos musicales es también autora de numerosas adaptaciones de zarzuelas, libretos y textos teatrales. La versión de 'Turandot' que dirigió junto con Franc Aleu ganó el Premio Ópera XXI a la Mejor Nueva Producción de 2019. Esta tarde compartirá diálogo con la cantante y compositora Irene Atienza y la periodista Ana Ruiz.
-Participa en un ciclo que se titula 'Mujer y cultura'. ¿Están bien tratadas en el sector?
-Se nos trata bien mientras estamos en determinados entornos en los que somos fundamentales, caso de generar sinergias o coordinar equipos. Los problemas empiezan cuando ocupamos puestos con más responsabilidad o estamos a los mandos de un equipo de creación. Se da la circunstancia que hay muchas mujeres en las segundas filas que no consiguen pasar a primer término.
-¿Y la cultura está bien tratada?
-Rotundamente no. La cultura debería ser una parte esencial de la vida de las personas. Ahora mismo se confunde mucho lo que es cultura de lo que es entretenimiento.
-¿En qué se diferencian?
-La cultura genera comunidad e identidad mientras que el entretenimiento no deja de ser las actividades que hacemos para descansar y olvidarnos de lo duro que es nuestro día a día. Lo ideal sería combinar las dos cosas, hacer una cultura entretenida, pero que sirva para hacernos crecer como personas y como sociedad.
-Estudió piano y finalizó la carrera de filología. ¿Cómo llegó al mundo de la escena?
-El teatro me atrajo desde pequeña aunque para llegar hasta aquí he tenido que hacer un camino bien largo, entre otras cosas porque mi familia, como casi todas, siempre quiso que me dedicara a algo más estable que el mundo escénico. Pero en un momento confluyeron mis estudios de música y los literarios con el mundo de la escena y de la ópera.
-En estos tiempos de inmediatez, de series a la carta y de plataformas audiovisuales, ¿siguen teniendo sentido el teatro y la ópera?
-Todavía tienen más sentido que antes. Hay una corriente subterránea de gente que sigue pensando que el encuentro en un espacio en el que hay una vivencia y una experiencia común es importante. De hecho en Madrid donde vivo los teatros están prácticamente llenos. Hay una necesidad real de la gente de ir a lugares donde ver cosas que hablan de su vida frente a la experiencia solitaria de las plataformas. Las salas de teatro te proporcionan una vivencia en un tiempo ya medido en el que todos estamos juntos y experimentando algo a la vez.
-Se refiere a Madrid ¿Hay lugar para la escena fuera de la capital o de Barcelona?
-Claro que la hay, pero no debemos obviar las grandes dificultades de la periferia para sacar adelante sus proyectos. Lo conozco bien porque soy asturiana y a veces me parece heroico y admirable lo que hacen los profesionales de la periferia. Soy la primera que intento hacer coproducciones y mis trabajos se ven más en esas ciudades que en Madrid porque también es cierto que en la capital la competición es muy dura y hay compañías que tendrían más posibilidades de sobrevivir en las regiones. El mayor problema que sufren es la falta de financiación por parte de las administraciones públicas.
-Dentro de sus espectáculos líricos destacan sus adaptaciones de 'La Traviata', 'Don Giovanni' o 'Turandot' ¿Qué ha aportado a esas obras tan clásicas?
-El ojo femenino porque aunque todas esas obras tienen una protagonista mujer normalmente son los hombres los que levantan esas obras y dan su punto de vista. En el mundo de la ópera somos muy pocas las directoras de escena, pero planteamos un mundo diferente al que se establece desde el entorno masculino. En 'La Traviata' siempre nos han mostrado a una Violeta perdida y, sin embargo, la obra habla de una mujer libre e independiente, algo que no era muy común en el siglo XIX.
-Hablemos de la ópera ¿Qué es más necesario atraer al público joven o programar más espectáculos?
-Sigue habiendo una patina de elitismo o de caspa que debemos eliminar. Si abordásemos la ópera como un musical posiblemente el público se sentiría más atraído. Lo cierto es que cuando la gente ve por primera vez uno de estos espectáculos, ya sea ópera o zarzuela, sale maravillada de lo que acaba de ver por eso hay que darles una visión nueva y los creadores debemos verla también con ojos nuevos. Hay que ser capaces de mostrar que no es un espectáculo que se haya quedado varado en el siglo XX y que tiene más que ver con un concierto de rock que con los miriñaques o los pelucones.
-También ha escrito sus propias obras ¿Cómo las definiría?
-Como mis reflexiones y mi posición en el mundo en el que vivo. Utilizo el teatro como modo de expresión, no solo personal si no también del equipo con el que trabajo. Si algo bueno tiene el teatro es que es un modo de expresión colectiva. Lo que enriquece el resultado y el mensaje final.
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