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Más de 29.000 creadores han pedido a la Unión Europea que regule los derechos de autor en algunas plataformas digitales. «Les hacemos un llamamiento para que se ponga fin a la desviación del valor de los creadores», han indicado.
Se trata de las ... plataformas de contenidos cargados por usuarios (UUC, por sus siglas en inglés), que definen «parasitarias» y que representan el punto principal de acceso en línea» a sus obras. Un acceso por el que perciben ninguna o apenas ninguna remuneración por la explotación. «La futura sostenibilidad de las industrias creativas y culturales, fuente esencial de empleo y del desarrollo económico de la UE, se encuentra amenazada por esta transferencia de valor».
En concreto, compositores, autores audiovisuales o artistas visuales, solicitan a la UE que las citadas plataformas, como YouTube o Facebook, intervengan en la reproducción y puesta a disposición de sus obras, conforme a las leyes de propiedad intelectual. Asimismo quieren que aseguren que el régimen de puertos seguros de ausencia de responsabilidad no les sea de aplicación, al estar dirigido únicamente a los intermediarios meramente técnicos.
Los firmantes de la petición demandan un espacio que «fomente el crecimiento y de nuevos y legítimos negocios», entre las que incluyen las plataformas UUC. Piden, además, que se propoercione seguridad jurídica a los consumidores y se «garantice que este sistema se vea acompañado por una remuneración adecuada para los creadores».
La situación actual constituye, según señalan, «una carrera cuesta abajo que disminuye el valor y el respeto por nuestras obras». Los derechos de autor constituyen nuestro salario, y en definitiva, son el único instrumento que tenemos para poder negociar una remuneración justa por el uso de nuestras obras.
La legislación en proceso de aprobación sobre derechos de autor es su oportunidad para frenar a estar plataformas parasitarias.
El Comité de Asuntos jurídicos del Parlamento Europeo adoptó el pasado 20 de junio un informe esencial sobre la Directiva de Derechos de autor en el mercado único digital que aclara y confirma la responsabilidad por los actos sujetos a derechos de autor de servicios como YouTube y Facebook.
Sin embargo, las mismas compañías están organizando una enorme campaña de prensa, encabezada por el Partido Pirata y desarrollada por organizaciones directa o indirectamente financiadas por dichas entidades tecnológicas para oponerse a esta regulación en la votación en sesión Plenaria que tendrá lugar en Estrasburgo el próximo 5 de julio.
Estas empresas se niegan a pagar a los autores de forma justa por los contenidos que ponen a disposición del público a través de sus plataformas, anulando la llamada Transferencia de Valor.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DDHH) contempla en su artículo 27 que toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
En una reunión mantenida este martes con miembros del Parlamento Europeo, una representación de artistas entre los que se encontraba Jean-Michel Jarre o Daniel Barenboim expresaron su gran preocupación por la operación «extremadamente agresiva» que están desarrollando los gigantes tecnológicos «bajo el pretexto de la libertad de expresión», un principio fundamental que es esencial para los autores, pero que «está siendo distorsionado por dichas empresas y por el Partido Pirata para favorecer sus propios intereses comerciales», afirman.
En el caso de España, numerosos autores de la SGAE han pedido en los últimos años un equilibrio justo y una remuneración equitativa para los creadores en el ámbito digital. En mayo del pasado año se realizó una campaña de sensibilización en la que participaron artistas de diversos perfiles. Miguel Ríos, por ejemplo, afirmaba que los autores europeos luchan «contra unas corporaciones gigantescas que abusan de su poder hegemónico para beneficiarse del talento de los creadores». Pedro Guerra reivindicaba «un reparto más equitativo de los beneficios que se generan en el mundo digital, tanto en redes sociales como en plataformas digitales». Zahara exponía que estas redes sociales «se benefician de los contenidos de los creadores» y solicitaba que este valor aportado «fuera reconocido». Y Jorge Pardo apuntaba que la tecnología «propone nuevas plataformas y modos de difusión, pero no se puede instaurar un terreno selvático y sin ley».
Recientemente, la soprano Pilar Jurado acudió a Estrasburgo para explicar la situación actual que viven los autores en el entorno online. Jurado destacó que «la sostenibilidad de todas aquellas personas que dedican su vida a crear contenidos artísticos, la diversidad cultural, miles y miles de puestos de trabajo y el futuro de las nuevas generaciones de creadores».
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