Creadores, jóvenes, comprometidos y libres

En sus obras, que se podrán ver hasta mediados de septiembre, los diez jóvenes artistas, todos ellos con estudios superiores de Bellas Artes, buscan nuevas formas de expresión donde revelar el espíritu de aventura estilística que imprime libertad a sus trabajos y es que, además, desarrollan caminos artísticos de original plasticidad, imaginación y audacia, abarcando las amplias perspectivas inspiradoras de sus entornos sociales y urbanos.

En la exposición, que fue inaugurada por la presidenta de la Cámara María José González Revuelta, y en la que predominan distintas técnicas estéticas, heterogéneas, emergentes e innovadoras se abordan una serie de temas que van desde la inteligencia artificial, la fotografía intimista y de género, el compromiso con la tradición artística, las emociones o la crítica social. Unas temáticas que, sobre todo, no dejan de ser una introspección del yo -al menos así lo señaló el comisario- ya que en sus obras «hablan de sí mismos, de su entorno de lo que les sucede, además del paisaje que les rodea».

Y si las piezas de Eva Gárate destacan por su supuesta inocencia, detrás de la transgresión de las de Marián Espinosa se irradia la felicidad de la gente joven que utiliza el barroquismo y la expresión casi kitsch para mostrar «que existe un arte que está en los márgenes».

Manuel Diego Sánchez se inspira para sus piezas en el horizonte funcional de la Inteligencia Artificial y en su obra anuncia el futuro más inmediato en el que la naturaleza pasará también por la condición de la IA.

Uno de los fotógrafos «más esenciales que existen en Cantabria», según destacó Jesús Alberto Pérez Castaño, es Marco Díez que, muestra una serie que se podría enmarcar en el género cinematográfico y en el que la belleza y estética dialogan en cada instantánea.

Mariana Cuesta también acude a la fotografía para mostrar la introspección de su propio yo. Utiliza su cuerpo desnudo para mostrar, más allá de su propia piel quién es ella misma.

Cada una de las piezas de Sara Reyes irradian poesía para comunicar su propia experiencia objetual y textil y por ello «sus obras son como esos pequeños haikus japoneses».

Uno de los cuadros de Pablo Diego ha servido para ilustrar el cartel de la exposición. Su 'audacia' consiste fundamentalmente en retratar, con sus pinturas, un pequeño trozo de su ámbito familiar. Destaca su buen conocimiento técnico de la pintura y su compromiso con la tradición artística. Él fue, además, el encargado de dirigirse al público que asistió a la inauguración para agradecer, en nombre de todos, la oportunidad que les ha dado el Parlamento de mostrar sus inquietudes artísticas.

Raquel del Val recurre a la escultura para comunicarse. Recientemente expuso en la galería Juan Silió sus 'Trazos naturales' inspirados en un viaje realizado a La Palma poco después de la erupción del volcán. En el patio del Parlamento se ha dejado llevar por la dimensión sígnica del individuo como fuente de mordacidad crítica. Sus obras la han convertido en una de la puntales del arte en Cantabria que ya han despertado el interés de varios coleccionistas, uno de ellos Jaime Sordo, que ayer también se encontraba entre los asistentes a la inauguración de la muestra.

Como «una tormenta llena se sensibilidad» se puede explicar la obra de Irene Pérez. Con una gran capacidad técnica, en sus piezas logra mostrar aquellas cosas que suceden en nuestros corazones sin necesidad de padecerlo.

Y en cuanto a la obra de Javier Mazarío, hijo del pintor José Luis Mazarío, el paisaje y su circuito reflexivo de naturaleza en extinción predominan en sus cuadros. Unas pinturas que recuerdan a las de Kiriko o las de Morandi, aunque el cántabro les proporciona su propia identidad y personalidad, ese yo introspectivo que destacaba el comisario de la muestra.

Con este proyecto, el Parlamento busca dar «oportunidad y visibilidad» a los artistas más jóvenes, «poniendo a su disposición un lugar institucional muy representativo, que pretende colaborar en el conocimiento del arte más inmediato que se realiza en nuestra Comunidad». Así lo explicó su presidenta quien incidió en que esta exposición «compleja» supone un acontecimiento artístico que forma parte del doble compromiso del Parlamento con la cultura de la región y con las jóvenes generaciones. «Queremos que los jóvenes sientan este Parlamento como suyo, porque también les representa a ellos. El interés y la calidad de las obras son tan sólo algunos de sus primeros pasos en carreras que esperamos que sean largas y brillantes», señaló.

La complejidad de la muestra viene dada porque ha obligado a la reubicación del patrimonio artístico que estaba en el patio como el 'Bisonte' de Jesús González de la Vega, las 'Esculturas Exentas Redondeadas', de Manuel Gómez Raba y la escultura 'La fuente del Sueño, de Martín Torres, donada por el Senado de España al Parlamento cántabro.

Durante el acto de inauguración, al que asistieron diputados de todos los grupos parlamentarios y el director general de Cultura Juan Antonio González Fuentes, la joven de 18 años Verónica Martínez Bueno ofreció un recital de guitarra, como un símbolo más de la llegada de la juventud al histórico edificio.