«Creéis que estáis presos, pero no. La verdadera libertad es otra cosa»
CUADERNO DE EXCEPCIÓN | DIA 55 ·
Secciones
Servicios
Destacamos
CUADERNO DE EXCEPCIÓN | DIA 55 ·
Leo las 'Cartas a un joven poeta' de Rilke. Es la segunda vez que lo hago en este confinamiento. Diez cartas, nueve de ellas escritas entre 1903 y 1904. La décima, en 1908. Me abruma que algo así lo pudiera escribir un joven ... que no alcanzaba aún los treinta años. Me fascina, también, la eficiencia del servicio postal de la época. Las cartas las escribió en París, en Pisa, en Roma, en Bremen y en Suecia. Todas las recibía su destinatario, el todavía más joven Franz Xaver Kappus, y todas las cartas de Franz llegaban, allí donde estuviera, a las manos de Reiner María Rilke.
Nunca pensó Rilke que sus cartas se fueran a publicar, mucho menos que las fuéramos a leer en el siglo XXI. Franz guardó las cartas y las publicó en 1929, tres años después de la muerte del poeta. Leo las cartas en este año 2020, en medio de esta pandemia que nos ha obligado a vivir más lento. Sus cartas me sirven, han atravesado el tiempo hasta llegar a mí. Rilke, sin saberlo, escribió a esta sociedad confinada. Cada vez que se acercaba a la oficina de correos, el sobre que entregaba llevaba las direcciones de todas nuestras casas.
Sus cartas son un tratado para la vida, un manual de instrucciones de la existencia. Y no han envejecido. Rilke, que canta a la naturaleza y a lo sencillo, dice: «¡Ah, si el hombre aceptara más humildemente y sobrellevara con mayor seriedad este misterio de que está llena la Tierra hasta en su cosa más pequeña». Ahora, que no hay posibilidad de buscar el estímulo o el asombro en el viaje a algún lugar lejano, deberíamos volver la mirada, como Rilke nos señala, a la sencillez de los milagros diminutos que a todos nos rodean.
Durante su estancia en Roma, en su carta quinta, escribe: «Aquí no hay más belleza que en cualquier otro sitio, pero aquí hay mucha belleza, porque en todas partes hay mucha belleza». Qué gozo, entonces, el de poder hallar esa belleza sin tener que ir más allá de ese kilómetro cuadrado que rodea a nuestras casas. Parece que nos dijera: «Creéis que estáis presos, pero no. La verdadera libertad es otra cosa». Rilke, como si hubiera adivinado estos tiempos de incertidumbre y de pesares (o quizás porque todos los tiempos tienen algo de pesar y son inciertos), escribe también: «Cuanto más silenciosos, pacientes y abiertos estemos en la tristeza, más honda y certeramente entrará en nosotros lo nuevo». Para ello nos recomienda, qué apropiado para este obligado distanciamiento social, que amemos nuestra soledad porque en ella, que es refugio y hogar, encontraremos todos los caminos.
Lea la serie completa pinchando aquí.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.