

Secciones
Servicios
Destacamos
Antonio Sedano (Santander, 1938) es un creador cántabro que reside en México desde hace casi cuarenta años, pero siempre que puede regresa a Santander –« ... una ciudad que me motiva», dice– donde está su vida, sus recuerdos, sus amigos, su familia... Pintor y escritor su pasión por la pintura nació observando la bahía de Santander y a sus paseantes. Vivió su juventud en Santander hasta que en 1978 se instaló en Madrid. Tres años después viajó a México para realizar exposiciones y, a partir de esa experiencia, decidió establecerse allí y centrar su atención en la historia, dedicando especial atención al periodo revolucionario. Este verano ha vuelto a Santander. Aquí ha participado en el ciclo de conferencias que se organizó entorno a la exposición sobre Pío Muriedas, un gran amigo suyo al que retrató en varias ocasiones, en la Biblioteca Central de Cantabria.
–¿Qué le inspira Santander?
–Todo. Aquí he nacido, he vivido y han ocurrido las cosas más importantes de mi vida. El paisaje santanderino ha sido un tema fundamental en mi vida durante muchos años. Todo ese trabajo está recogido en el libro 'En torno a Santander', una ciudad que centró todo su trabajo durante muchos años. Es mi tema definitivo
–¿Por qué se fue a vivir a México?
–Vivía en Madrid y me invitaron a exponer en México. Volví a Madrid, pero la ciudad me motivó, me inspiró y regresé... y ya han pasado casi cuarenta años. En los últimos años he tomado a México como tema de mi trabajo, su historia y en especial la revolución.
–¿Qué proyecto tiene ahora entre manos?
–Estoy con un trabajo sobre el 80 aniversario del exilio español en México. Es un tema importante para México y para España, porque muchos poetas y escritores salieron de España en 1939 y se instalaron en México donde dejaron una huella muy profunda.
–¿Cómo descubrió la pintura?
–Es difícil precisar un momento. Son sensaciones que vives en la vida y una me hizo tomar la decisión de ser pintor y aquí estamos. Llevo ya muchos años, un montón de ellos...
–¿Recueda su primera obra?
–Lo recuerdo perfectamente. Fue la bahía de Santander con sus paseantes. Hice una serie de paseantes que representan el inicio de mi carrera. Después trasladé mi estudio a El Sardinero y este paisaje centró otra etapa de mi vida. Allí nacieron las series de árboles con formas humanas. Dediqué años a dibujar la bahía de Santander y el Sardinero. Esa temática santanderina me tuvo atrapado durante quince años y la cerré con la publicación del libro 'En torno a Santander'. Pero reconozco que no lo he abandonado porque Santander da para mucho.
–Es cierto.
–Santander es una ciudad que me motiva.
–¿Cuántos cuadros ha pintado?
–Es imposible responder a esta pregunta. Han sido miles.
–¿Qué le pide a un buen cuadro?
–A un buen cuadro le pido que no me pida más cuando le veo, que sienta que está acabado, aunque es una sensación difícil de explicar. Un cuadro está acabado cuando ya no me pide más.
–Responde como pintor, ¿y cómo espectador?
–Un cuadro te tiene que llenar de sensaciones. Si ves aspectos inconclusos es que no está terminado. Un cuadro debe ser rotundo para que la sensación y la impresión sean perfectas. Luego depende de las exigencias y la sensibilidad de cada persona.
–¿Qué le ha enseñado la pintura?
–Me ha enseñado a ser mejor persona y a evolucionar y dar pasos en la vida. Me ha dado una satisfacción plena y total.
–¿Y dónde o qué le inspira?
–No busco la belleza, busco sensaciones. Filtro las sensaciones que encuentro en mi entorno y las reproduzco de forma muy personal.
–Un pintor tiene una forma especial de ver el mundo...
–Igual el pintor es una persona más analítica, pero cuando pinto me inspiran los sentimientos.
-Acaba de participar en el ciclo de conferencias que se ha organizado sobre Pío Muriedas alrededor de la exposición comisariada por su hijo Manuel Fernández Gochi. ¿Qué destaca de su persona?
–Pío fue mi compañero durante más de veinte años. Teníamos tertulias diarias en una cafetería del Paseo de Pereda y, además le hice varios retratos. Cultivamos una amistad importante y profunda durante años. Prometí a su hijo participar en el ciclo de conferencias y he cumplido.
–Usted le retrató, ¿qué rasgos diría que definían a su persona?
–Yo pinté a Pío en numerosas ocasiones y cada vez era distinto, estaba en constante movimiento. Siempre me inspiraba algo diferente, sensaciones distintas. Es más, creo que podría seguir pintándole ahora.
–Si sus obras hablaran, ¿qué le dirían?
–Es importante que cuando me hablen no me pidan más porque cuando están acabadas es que ya lo he contado todo. Cuando vuelvo a ver los retratos de Pío que hice hace cuarenta años me siento satisfecho, aunque suene vanidoso. Tengo la sensación al ver el cuadro que el personaje que quería retratar está ahí y no necesita ninguna pincelada más.
–¿Recuerda alguna obra con más cariño?
–Recuerdo mis primeros paseantes de la bahía de Santander o los árboles de El Sardinero.... y también abstracciones del mar. Y he pintado una colección de artistas cántabros desde Argenta hasta Pepe Hierro o Manuel Llano. Son personajes de mi tierra que me han influido de alguna manera.
–¿Y hay alguna obra que todavía no ha pintado?
–No hay alguna, hay muchas que están en mi cabeza. Sería muy triste no tener nada dentro de la cabeza. Estoy lleno de proyectos.
–¿Qué estilos y movimientos artísticos se ven reflejados en su pintura?
–Espero que el mío propio.
–¿Cómo ve el mundo del arte contemporáneo? ¿En declive o al alza?
–Es un mundo confuso. Los tiempos no son propicios para desarrollos artísticos que exigen tiempo. Veo precipitación en todo, en la vida...
–¿Qué dificultades ha encontrado en su trayectoria?
–Las normales de cualquier pintor. Abrirse camino es difícil en la vida, igual que ser persona.
–¿Si no hubiese sido artista hubiera sido?
–Artista.
–Y a un joven que empieza a pintar, ¿qué le diría?
–Que trabaje mucho y que luche.
–Y si pudiera hablar con el joven Antonio Sedano que cogió el pincel por primera vez ¿qué le diría?
-Que se porte bien y sea tenaz.
–¿Un pintor se jubila alguna vez?
–Nunca. Esa palabra no existe para mí.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La palygorskita, los cimientos del vino rancio en Nava del Rey
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.