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La Consejería de Cultura de Cantabria emplazó ayer al medio centenar de intelectuales y artistas de la cultura española que han denunciado la «desidia y el olvido» en el que está sumida la Casona de Tudanca a una reunión para atender sus peticiones. Eva Ranea ... recordó que el Gobierno de Cantabria está trabajando «para poner en valor nuestros museos» y añadió que «una de nuestras estrategia es colaborar con los agentes culturales en el desarrollo de estrategias».
Ranea respondía así a la carta que han escrito medio centenar de intelectuales y artistas donde se preguntan si realmente le interesa la Casona de Tudanca al Gobierno de Cantabria. Reconocida como Conjunto Histórico-Artístico en 1983, está enclavada en un paraje natural de extraordinario valor, el Valle del Nansa. Fue construida a mediados del siglo XVIII por orden de Pascual Fernández de Linares, indiano natural de Tudanca que amasó una fortuna en Perú. Es además el escenario histórico de la novela 'Peñas Arriba' de José María de Pereda.
En el interior de la Casa de José María de Cossío, se ha mantenido el ambiente típico de un hogar hidalgo montañés; sin embargo, por encima de todo destaca la biblioteca integrada por los materiales de trabajo y lectura de José María de Cossío. Además de la gran riqueza de ediciones de los siglos XVI al XVIII, la biblioteca está especializada en literatura del siglo XX y es una de las más ricas de España en ejemplares del grupo poético del 27 con dedicatorias autógrafas en sus páginas. Su archivo custodia una gran cantidad de manuscritos autógrafos originales de los siglos XIX y XX, un archivo histórico familiar, epistolarios de la vida literaria y taurófila del personaje...
Sin embargo, su riqueza cultural y arquitectónica no recibe la atención que merece en opinión de los intelectuales. El escritor, poeta e historiador Mario Crespo, que dirige desde hace años un curso de verano de la UC en la Casona, ha encabezado la iniciativa de este llamamiento público a las autoridades competentes que firman casi cincuenta intelectuales, de Ian Gibson a Antonio Muñoz Molina. El escrito destaca que «los datos y sensaciones de los últimos años nos dan una respuesta más que evidente y demostrada. La Casona parece más bien una 'patata caliente' que nadie quiere, esa 'joya de la abuela' que no sabemos qué hacer con ella». Frente a «la desidia y el olvido», los firmantes reclaman una gestión cultural que atienda como se merece a este sitio histórico. Los intelectuales reclaman tres medidas que se concretan en una «dirección operativa y efectiva» y la elaboración de un proyecto museográfico «coherente y completo». La tercera petición del manifiesto de los intelectuales recoge la necesidad de difundir la Casona y los fondos que alberga.
Ranea recordó ayer que el Gobierno de Cantabria presentó hace meses el primer plan estratégico para atender los cinco museos de Cantabria -Prehistoria y Arqueología, Etnográfico, Naturaleza, Marítimo y la Casona de Tudanca-. El objetivo es revisar y mejorar su funcionamiento, afrontar sus retos, y acercarlos a la sociedad. Actuaciones encaminadas a renovar sus exposiciones, ampliar las instalaciones o construir nuevas sedes son algunas de las necesidades apuntadas en este plan.
Las medidas previstas en esos cinco planes estratégicos suponen una inversión estimada de 1,2 millones y la vigencia de estos documentos es de cuatro años, de 2019 a 2022, aunque se revisarán a los dos años. Alrededor de 300.000 personas visitan cada año estos cinco museos. El Mupac, al igual que las cuevas Patrimonio de la Humanidad que hay en Cantabria, atrae cada año a unos 150.000 visitantes; el Museo Marítimo, del orden de 130.000; los museos de la Naturaleza y Etnográfico, alrededor de 12.000 cada uno, y la Casona de Tudanca, unos 1.000.
Los planes hacen referencia al cumplimiento de los objetivos de la agenda 2030 de desarrollo sostenible y cuentan con una tabla resumen que permite identificar con mayor rapidez los distintos aspectos que recogen estos textos, como los ejes de acción, coste aproximado, plazo de ejecución e indicadores, entre otros programas.
En el caso de la Casona de Tudanca el plan estratégico señala que tiene entre sus puntos débiles un aforo de apenas 20 personas en cada visita. Por eso, su directora Mercedes Muriente planteó en este plan la posibilidad de disponer de un inmueble próximo que sirva como lugar de acogida al visitante durante el tiempo de espera. En total, calculó sus necesidades económicas en 27.500 euros.
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