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Hace un año que el músico Esteban Sanz Vélez fue nombrado director artístico del Palacio de Festivales, una elección –entre otras candidaturas presentadas– de la Sociedad Regional de Cultura, Educación y Deporte, a la que pertenece el Palacio y a la que dos meses ... antes había llegado como director Gustavo González Monterrubio. Ahora, ninguno de los dos seguirá en el cargo. A Esteban Sanz Vélez la Consejería de Cultura ha decidido no renovarle su contrato, mientras que González Monterrubio ha presentado su dimisión al frente de la Sociedad, si bien continuará ligado con algún otro empleo –está por determinar en qué puesto– al Gobierno regional. Así lo confirmaron ayer a El Diario Montañés fuentes del propio Ejecutivo, que también explicaron que ambas salidas están relacionadas con el proceso de cambio iniciado el pasado mes de septiembre con el nombramiento de Luis Martínez Abad al frente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Una transformación que comenzó por la parte de Turismo, con relevos en la dirección de Cabárceno y de Cantur, entre otros. Ahora, señalan esas mismas fuentes del Gobierno, «toca empezar por la parte de Cultura y de la Sociedad Regional».
Sin embargo, en el Palacio de Festivales estas salidas causaron una gran sorpresa en la mañana de ayer. Empezando por el propio Esteban Sanz, quien estaba a la espera de reunirse con el consejero para abordar distintos temas relacionados con la programación en una cita que él mismo había solicitado, cuando Martínez Abad le comunicó la no renovación de su contrato como director artístico.
El siguiente paso –cuestión de días, semanas como máximo– será la convocatoria de un nuevo concurso público de la dirección de la Sociedad Regional. Por el momento, el Gobierno no prevé hacer lo mismo con la dirección artística del Palacio. Por un lado, según señalan, porque la programación hasta el próximo mes de junio ya está cerrada y anunciada. «Hay tiempo». Por otra parte, porque la situación económica del Palacio es crítica, tal y como recuerdan desde el Gobierno, a causa de un «agujero económico» de 13 millones de euros que la anterior consejera, Eva Guillermina Fernández, denunció el pasado mes de febrero. «Una quiebra técnica», según dijo entonces, y de la que culpaba directamente a sus antecesores en el cargo: al PSOE y al exvicepresidente de Cantabria Pablo Zuloaga. La entonces consejera habló de un supuesto «desvío de fondos». Una denuncia que no tardaron en desmentir desde el Partido Socialista.
Desde su nombramiento como director artístico, Esteban Sanz, compositor, director, pedagogo e investigador, su principal objetivo era que el Palacio de Festivales dejase de ser únicamente «una máquina de hacer espectáculos y se convirtiese en un lugar donde mezclar y generar cultura. Un espacio donde el público, además de entretenerse se enriquezca como persona».
La casa no era nueva para él pues, durante 14 años, dirigió el Coro Lírico del Palacio de Festivales y varias de sus obras se estrenaron en algunas de sus salas. Desde su llegada hasta el pasado mes de junio, el Palacio prosiguió con la programación marcada por los anteriores responsables hasta construir la suya propia, bajo el criterio de lo que vino a llamar 'universos', siendo cada universo «un conjunto transversal de propuestas, pertenecientes a distintas disciplinas, agrupadas bajo criterios temáticos, culturales, históricos, estéticos». Además, y también como novedad, dio a conocer todas las actuaciones hasta el mes de junio de 2025 –hasta ese momento se abarcaba los periodos de octubre a enero y de enero a junio– invitando al ciudadano a «entretenerse, a cruzar físicamente el edificio y, una vez en él, probar algo diferente y crecer como persona».
Esteban Sanz ha compaginado su trabajo en el Palacio de Festivales con su faceta como compositor y pedagogo y ha llevado a cabo distintas acciones culturales en el Centro Botín. La última de ellas ayer mismo, pues dirigió el concierto 'Blanca Navidad', que ofreció el coro efímero creado para este recital junto a Ana González Pastor, al teclado, y a Julen López Acha, a la batería.
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