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Santander fue algo más que el lugar de veraneo de Benito Pérez Galdós. En esta ciudad y frente a la bahía adquirió una villa, 'San Quintín', en la que pasó largas temporadas. El historiador Manuel Suárez Cortina insistía este miércoles en este hecho y ... en que hasta sus hermanas se trasladaron a la capital de Cantabria para hacerle compañía. «No fue una mera residencia estival», señaló. En esta casa, de la que desgraciadamente ya no queda ninguna huella, escribió alguna de sus obras más relevantes y fue centro de la intelectualidad de la época. Es por eso por lo que Santander no se podía quedar al margen de la conmemoración del centenario de la muerte del escritor, una efeméride que se ha venido recordando con varias actividades a lo largo de 2020, muchas de ellas suspendidas o canceladas a causa de la crisis sanitaria. Pero en la recta final del llamado Año Galdosiano, la ciudad recordó este miércoles a su ilustre veraneante con una jornada organizada por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria que comenzó a las 13.30 horas con una ofrenda floral en la estatua que en homenaje a Galdós se erige en el parque de Mesones y en la que participaron, entre otros, Jorge Gutiérrez, director de la Sociedad General de Cultura y Deporte; Carlos Troyano, responsable de la programación del Palacio de Festivales; Zoraida Hijosa, directora general de Patrimonio y Memoria Histórica o la experta en Galdós Carmen Menéndez Onrubia.
Ya por la tarde, el Palacio de Festivales se convirtió en el escenario de un acto en el que, fundamentalmente, se reivindicó el valor político, literario y conciliador del escritor y en el que participó de forma telemática el secretario general del Ministerio de Cultura y Deporte, Javier García, para quien Galdós es «un ejemplo de coherencia cívica y moral» frente a la evolución política y vital de otros escritores contemporáneos. «Galdós siempre mantuvo una visión progresista y democrática», además de destacar «su enorme aportación a la cultura española», destacó.
Tras esta intervención y las palabras de Zoraida Hijosa, Suárez Cortina, que es autor, entre otras, de la obra 'La sombra del pasado: novela e historia en Galdós, Unamuno y Valle-Inclán', pronunció la conferencia: 'Galdós y la vida política: crisis fin de siglo y militancia republicana', un estudio en que el historiador y también profesor en la Universidad de Cantabria en el Departamento de Historia Contemporánea, se centró en la actividad política y parlamentaria de Galdós – fue cuatro veces diputado– y en cómo esa dimensión política se extendió a su obra.
Así, según expuso, «Galdós construye a partir de los años 90 un relato en el que se filtra algo que está siempre muy presente en él, que es el patriotismo y la regeneración nacional. Y todo ello en el marco de un proceso básico en el que tiene mucho que ver el peso de la cuestión religiosa».
Y es que, tal y como explicó este experto, «Benito Pérez Galdós fue un heterodoxo, vinculado al catolicismo liberal que rechazó los elementos formalistas y vacíos en términos religiosos de la sociedad española y, sobre todo, de la Iglesia y sus marcos. Por eso fue un anticlerical deliberado como se puede ver en su obra, sobre todo a partir de los años 90 donde novelas como 'Nazarín' o más tarde 'Electra' construyen un referente muy importante de ese anticlericalismo galdosiano».
En las novelas y en el teatro de Galdós también se refleja la sensación de que tras el fin de siglo y la crisis del 98, España necesitaba una renovación y una regeneración que según palabras de Suárez Cortina le hicieron dar el salto a la actividad política. «Una decisión que en parte se ve impulsada por el propio éxito de 'Electra' que tiene la peculiaridad de que emergió en un proyecto de regeneración anticlerical que existía en ese momento entre los intelectuales españoles que asisten al estreno de la obra y que provocó en toda España un buen número de manifestaciones anticlericales».
Así que a partir de 1907 el propio Galdós se incorpora a la vida política y al republicanismo. Y ¿cómo fue Galdós como político? «No fue dado a los mítines y por lo tanto no tuvo mucha movilidad en este tipo de actos. Su participación se limitaba a escribir unas cuartillas que luego leía él mismo o lo hacían otros. Pero fue activo en la Unión Republicana, en el llamado Bloque de Izquierdas, en la Conjunción Republicana socialista y más tarde forma parte del Partido Reformista. Esto indica que siempre fue un republicano de tipo moderado. No radical. Siempre próximo a un círculo que llamarían los gubernamentales de la cultura institucionista», apuntó.
La jornada galdosiana en Santander concluyó con una mesa redonda 'Perspectivas galdosianas' con Carmen Menéndez Onrubia y Julio Neira.
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