Jean-Hervé Vidal y Mehdi Ben Cheikh
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Jean-Hervé Vidal y Mehdi Ben Cheikh
El título del ciclo, 'Caminos que nos unen', encaja a la perfección con el planteamiento de 'White Spirit', el espectáculo que esta tarde (19.30 horas) cierra la propuesta diseñada por la Consejería de Cultura. Jean-Hervé Vidal y Mehdi Ben Cheikh, creador y director ... artístico, respectivamente, han unido el misticismo de los cánticos sufíes interpretados por la música de Noureddine Khourshid Ensemble, con los giros hipnóticos de los derviches giróvagos de Damasco. A ellos se une el artista urbano tunecino Koom, que plasmará variantes caligráficas en el escenario.
-¿Cuál es el objetivo que buscan con este espectáculo?
-Jean-Hervé Vidal: Yo diría que fue más una filosofía compartida de creación lo que nos unió a Mehdi Ben Cheikh y a mí. Ambos queríamos vincular los universos artísticos que representamos, en este caso, los del canto y la danza religiosa -Sufi- de Siria con el Ensemble Noureddine Khourchid y los Derviches Giradores de Damasco, y la caligrafía urbana con el joven artista callejero Mohamed Koumenji. En la superficie, estos mundos parecen bastante antinómicos, pero en realidad no lo son. Al contrario, nos embarcamos en esta aventura porque pensamos que es relevante imaginar la creación como un encuentro imprevisto entre diferentes entornos culturales y diferentes ecosistemas.
-Afirman que la escucha lúcida de la música ayuda a comprender el mundo en el que vivimos. ¿Cambia esta visión dependiendo de la música que se escuche?
-JHV: En efecto, la música es una vibración que nos conecta con el mundo, tanto íntima como colectivamente. Nos permite apropiarnos y compartir nuestras sensaciones de inmediato, y al mismo tiempo contribuye a crear líneas de convergencia entre las personas; estas coincidencias sin duda contribuyen a producir lo que llamamos Cultura. Escuchar música altera nuestra percepción del mundo, pero lo más importante es disponerse a apreciar la diversidad de músicas y culturas que componen nuestro mundo, porque la diversidad es vida.
-Noureddine Khourshid y los derviches, ¿son percibidos desde una perspectiva mística por parte del público?
-JHV: Por supuesto que pueden serlo, porque el sufismo es una rama mística del Islam. Si la danza del derviche es mística, inspirada en la idea de regresar a la pureza original, en ese estado en el que aún no se diferenciaba del mundo espiritual, el arte de los Derviches Giradores es, al mismo tiempo, una magnífica metáfora de la libertad, y del mundo girando sobre sí mismo.
-¿Funcionan como una tariqa que recorre el mundo?
-JHV: Sí. El Ensemble Noureddine Khourchid forma parte de la hermandad Sufi Chadhiliyya, la más grande del mundo musulmán. Los Derviches pertenecen a la hermandad Mawlawiyya, fundada por el gran poeta persa Jalâl al-Dîn al-Rûmi en el siglo XIII.
-¿Fue creado el repertorio específicamente para el espectáculo?
-JHV: El programa se toma directamente del repertorio tradicional de alabanzas y poesía Sufi antigua, caracterizado musicalmente en Damasco por suites, modos y ritmos originales. Trabajamos mucho en la puesta en escena de una metamorfosis que conduce a un poderoso trance.
-Koom, que los acompaña, afirma que la caligrafía es música para los ojos. ¿Cómo surgió la idea de incluirlo en el equipo?
-Mehdi Ben Cheikh: La idea era incorporar una caligrafía que resonara con la cultura de los propios músicos. La hermandad de Gerviches Giradores de Damasco comparte las mismas tradiciones que la hermandad Cheddiya en Túnez, con canciones y textos idénticos. Tenía mucho sentido incluir a un artista callejero tunecino cuya caligrafía complementa la música. La caligrafía sigue los movimientos del derviche, amplificando sus giros a través de la representación visual del guion.
-Este espectáculo cierra un ciclo que busca recuperar la espiritualidad asociada a un camino, el Lebaniego. ¿Es este el territorio natural para su propuesta?
-JHV: Sí, es una inmensa e inspiradora alegría poder compartir esta creación en un festival de esta naturaleza artística.
-¿Es la música un campo internacional para construir puentes entre culturas?
-JHV: Veo la música y el arte en general como espacios sin fronteras, lenguajes abiertos a otros y al compartir.
-¿Qué sentimientos les gustaría que el público cántabro tuviera después de 'White Spirit'?
-MBC: Queremos que se vaya con la sensación de haber emprendido un viaje inmersivo. 'White Spirit' trasciende el mero sonido; te envuelve en una experiencia inmersiva que transporta y cautiva, integrándote completamente en su narrativa.
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