José Manuel Trabado
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José Manuel Trabado
Profesor en la Universidad de León, José Manuel Trabado es autor de los libros 'Antes de la novela gráfica. Clásicos del cómic en la prensa norteamericana' y 'La novela gráfica. Poéticas y modelos narrativos', además de coordinar los colectivos 'Encrucijadas gráfico-narrativas' y 'Lenguajes ... gráfico-narrativos'. Ha colaborado en numerosas publicaciones nacionales y extranjeras y dirige desde el año 2017 la colección Grafikalismos, centrada en el estudio y la divulgación del cómic. Esta semana ha impartido la ponencia 'El cómic español: del tebeo al arte' en el curso 'Cómic: Auge de una vieja forma de expresión. Historia, lenguaje y prácticas', que se ha celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), bajo la dirección del guionista y escritor Antonio Altarriba.
-Como autor incide especialmente en la novela gráfica y sus antecedentes ¿Por qué ese interés tan acusado?
-Porque cuando yo llegué al cómic sobre todo lo hice a partir de la novela gráfica, lo que me proporcionó una pasarela. No era solo ese cómic anclado en una serie de géneros que muchas veces también provenían de la literatura sino que había aprendido a contar otras historias. Historias muy cotidianas que podrían interesar al mismo tipo de público de la novela o el cine. De forma que el que llegaba al cómic era un lector, más que un fan. Y ahora la novela gráfica ha permitido formar un amplio espectro de lectores, que igual disfrutan de la literatura que del cómic, sin que existan barreras.
-La Colección Grafikalismos contiene una selección muy ecléctica de temas. ¿Cuál es el criterio para escoger a un autor?
-En estos últimos números de la colección lo que hacemos es aceptar propuestas y funcionamos con la dinámica a que nos obliga el mundo académico, es decir, someter los manuscritos a un proceso de revisión para asegurarnos un tipo de filtro objetivo que garantice unos mínimos de calidad. La verdad es que cuesta mucho arrancar el proyecto y obtener la confianza de la gente pero, una vez que se consigue, también es cierto que se nutre más fácilmente de dichas propuestas porque la colección y la línea editorial son ya conocidas.
-¿Cuál es el objetivo global de esta colección?
-Sobre todo se trata de estudiar el cómic con igual rigor que cualquier otro lenguaje artístico. Estamos muy acostumbrados a que se estudie la literatura, el cine o la pintura con unos parámetros ¿Y por qué no se va a hacer lo mismo con una serie de expresiones populares asociadas en un momento dado a una cultura de masas? Lo que dignifica no es el objeto de estudio sino el interés y el rigor con que se analiza. El objetivo de Grafikalismos es hacer algo interesante buscando a la vez un equilibrio: no solo que sea un estudio excesivamente académico sino que también tenga ciertas dosis de divulgación para no expulsar a algunos lectores. Me gustaría que el registro fuera muy amplio, lo más amplio posible.
-También ha coordinado y participado en varios ensayos sobre la intersección de lenguajes gráfico-narrativos, ¿no?
-Desde la perspectiva que yo tengo, veía el cómic como algo conformado por sus unidades narrativas y sus herramientas, con unos géneros y unos estilos muy determinados, lo que hacía que fuera perfectamente identificable. Pero en el mundo contemporáneo, donde tiene tanta importancia la imagen, ese cómic se va nutriendo de elementos de otros lenguajes y a la vez va influyendo en otros. Y, además, a menudo se han ignorado tradiciones muy cercanas al cómic, como el álbum ilustrado. Y hay muchas relaciones de contacto y tenemos que atender a ese mosaico que vuelve el objeto cada vez más diverso a la hora de estudiarlo.
-¿Cuáles son sus proyectos actuales?
-Como coordinador, ahora mismo estoy trabajando en un libro acerca de lo que podemos llamar un cómic experimental. Un cómic conceptual que a veces parte de una idea y la ejecuta a base de gráficos, algo que me parece muy interesante y que se da de un tiempo a esta parte. Es justo ese tipo de cómic que va dialogando con otras propuestas para enriquecerse y enriquecer a los demás. Puede ser una instalación en un muro, una ilustración en un periódico o una portada, que pueden fraguarse como parte de un discurso que mezcla textos con una especia de gráficos. Sería ideal que desde la crítica invitemos a los autores a que franqueen ciertas barreras, que no se conformen únicamente con los lenguajes recibidos.
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