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Hace ya diez años que el Café de las Artes Teatro (CdAT), la veterana compañía y espacio escénico santanderino, puso en marcha un ciclo para público familiar bajo el epígrafe 'Merienda en el Teatro'. La iniciativa invita al público familiar a disfrutar de una ... experiencia que va más allá de la asistencia al espectáculo. Cada invierno entre los meses de enero y febrero, la sala programa cinco espectáculos de compañías nacionales que ofrecen doble función, siempre en domingo, en horario de mañana y tarde. Al entrar en el teatro, «cada niño recibe una bolsita con una merienda a base de fruta y dulces para disfrutar de un rato más en la sala después del espectáculo, momento en el que saludan a la compañía, comentan y comparten». En 2015 el CdAT se planteó cómo podía contribuir a fomentar el pensamiento crítico en el público infantil: nacían así los Premios Canica, otorgados por el jurado infantil del ciclo Merienda en el Teatro. «Ofrecer a los niños la posibilidad de votar en una papeleta la calidad de la obra que acaban de ver, siguiendo su propio criterio, supone dar valor y poner en primer lugar su opinión, sus gustos y preferencias».
Para ello, la merienda se convirtió en «un kit de jurado, que ahora contiene la papeleta con diferentes apartados para otorgar las puntuaciones al espectáculo y con un espacio para dibujar lo que les inspire; un bolígrafo de recuerdo del ciclo y una chapa de coleccionista que es distinta para cada espectáculo».
Al final del ciclo se aborda el recuento de votos; la obra con más puntuación es invitada a regresar al Café de las Artes el año próximo para recibir el Premio Canica y el público podrá disfrutar de nuevo del espectáculo. Esta edición de aniversario se abre este fin de semana tras la charla divulgativa gratuita del Café Científico del IFCA, celebrada ayer.
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Merienda en el Teatro se abre con un espectáculo de títeres dirigido a un público a partir de tres años, a un precio de 7 euros online y 8 euros en taquilla. Los espectáculos que forman parte del ciclo esta temporada son: '¡Bee! El Rebaño', de Hilando Títeres; 'Gori gori', de El Ball de Sant Vito (4 febrero); 'Experiencias', de Ñas Teatro (11); 'Crescendo', de Garrapete (18); más 'Nube Nube', de Periferia Teatro, ganador del Premio Canica 2023 (el día 25).
La undécima edición del festival arranca hoy con dos funciones (mañana y tarde) del espectáculo '¡Bee! El rebaño', un montaje de títeres de mesa y escenografía pop up, fruto de la unión de cuatro profesionales de las artes escénicas para la infancia y juventud, que forman la compañía Hilando Títeres. A lo largo del mes de febrero prosigue el ciclo, siempre en domingo, ofreciendo «una cuidada programación que abarcará el teatro de objetos y títeres, música, clown, y teatro sensorial, haciendo hincapié en temáticas enfocadas al amor, la vida y la amistad, con cuidadas puestas en escena que harán emocionarse y reflexionar al implacable jurado infantil». Por el orden de comparecencia: 'Gori, Gori', de los catalanes El Ball de Sant Vito, es una historia de pérdida y de búsqueda del sentido de la vida a través de un original teatrillo de títeres de guante (domingo 4); 'Experiencias', espectáculo sensorial para la primera infancia donde la compañía madrileña Ñas Teatro, invita a los asistentes a interactuar con la escenografía al término de la función (domingo 11); 'Crescendo' de los divertidos Garrapete, la protagonizan dos músicos muy payasos que interpretan divertidas partituras sin texto. Merienda en el Teatro finalizará el domingo 25 con el montaje ganador de la pasada edición 'Nube Nube', de los murcianos Perifería Teatro, una entrañable historia sobre la amistad que ha recibido numerosos reconocimientos.
Cristian Londoño director artístico del Café de las Artes, en su reflexión sobre lo vivido recuerda que «han pasado 10 años y más de 50 compañías desde que iniciamos con este ciclo, uno de los más queridos por el público».
Abrir el espacio como lugar de encuentro para las familias ha permitido que se genere «un sentido de pertenencia y complicidad que ha hecho que muchos de ellas repitan la experiencia y esperen este ciclo año tras año como cita obligada y plan perfecto para compartir en familia». La creación de los Premios Canica ha despertado en los niños «el espíritu crítico y la reflexión hacía el hecho escénico, siendo parte del jurado y dándose cuenta que su voto cuenta para seleccionar el espectáculo que volverá el siguiente año porque ellas y ellos lo han decidido así». A su juicio, lo importante es «aprender que las artes escénicas van mucho más allá de lo que se ve en el escenario: Ese reconocimiento de las compañías participantes», al sentir su trabajo valorado positivamente, y confirmar que «el teatro puede ser de gran calidad, que hay artistas con un gran compromiso hacia las artes escénicas enfocadas al público infantil».
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