«Dejaré de ser joven cuando me retire»

–La presencia de Arturo Fernández en Santander es un clásico. Ya hemos perdido la cuenta de las veces que ha venido, pero siempre con un gran éxito de público.

–Efectivamente. Para mí Santander es un talismán. Juraría que llevo yendo 53 años con mi propia compañía y el público siempre es muy amable conmigo. Por eso procuro elegir los mejores autores porque todo lo que soy se lo debo a los espectadores. Espero no defraudarles y, sobre todo, en esta ocasión en la que vuelvo por segunda vez consecutiva con 'Alta seducción'. Inicio en Santander una segunda temporada con esta obra con la que en septiembre también regreso a Madrid.

–¿Qué tiene 'Alta seducción' para que quiera seguir representándola?

–Cuando encuentras una comedia tan exitosa como esta nunca sabes cuando va a terminar. Y estoy convencido de que la gente de Santander que no la pudo ver el año pasado no se la perderá en esta segunda vuelta. Afortunadamente a lo largo de mi dilatada vida profesional he tenido muchos éxitos y la gran suerte de saber elegir los autores así que estoy encantado con esta obra porque creo que ya no se escriben comedias así.

–¿Cómo es esta comedia?

–Tiene unos diálogos impresionantes y muy inteligentes con los que muchos espectadores se sienten identificados. Yo represento a un loco admirable, un gran inconsciente que hace lo indecible por ocultar su edad ante una mujer joven. Creo que es una continua carcajada donde se suceden escenas hilarantes que están llenas de ternura. La mejor publicidad de la obra nos la da el propio público que cuando sale de la sala lo primero que hace es recomendarla. Y de verdad que no exagero. Todos los actores nos emocionamos con la obra que estamos representando en ese momento, pero no creo que vuelva a encontrar un texto como el de 'Alta seducción'

– Ya tiene 89 años. ¿Es incombustible?

–(Ríe). Sabes lo que ocurre que no sé hacer otra cosa que estar encima de un escenario. Después de representar esta obra nueve meses en Madrid hemos hecho de parón de treinta días y te juro que no veo el momento de volver a trabajar. Hemos decidido comenzar la nueva temporada en Santander porque repito que a mí esa ciudad me ha traído mucha suerte. Recuerdo que ahí estrené hace muchísimos años 'La chica del asiento detrás' en la que salía desnudo. Y aunque sólo se me veía la espalda fue todo un escándalo.

–Entonces salía desnudo, pero en 'Alta seducción' sale en calzoncillo en una escena que es muy celebrada en las butacas.

– Ja, ja, ja. Sí, pero es un calzoncillo de una seda impresionante. Mucha gente me pregunta a la salida donde me lo he comprado.

–Veo que cuida mucho el vestuario, pero también los decorados y la ambientación de esta obra tienen el 'sello' Arturo Fernández.

–En obra debe de ir todo unido porque que levantar un telón conlleva muchas más cosas que repetir un diálogo. El decorado es muy importante y para mí, como actor, es un goce salir vestido de forma elegante porque además hace que me crea más el papel. Al público le gusta que sea así. Siempre digo que nuestros espectáculos son Chanel número 5. El público no merece otra cosa.

–¿Después de 68 años de profesión no tiene ganas de retirarse?

–No, porque te prometo que yo disfruto muchísimo en el escenario. Llevo un año y algo más con esta obra y creo que aún me queda otro. Estaré con ella en Madrid hasta últimos de enero. Luego la llevamos un mes a Sevilla. Al que seguirán dos meses en Valencia. También iremos a Palma de Mallorca, San Sebastián... Bueno, pues a pesar de todo ese periplo que me queda, ya estoy pensando en la próxima comedia que voy a representar justo después. Y eso, chatina, es lo que verdaderamente me hace vivir y lo que verdaderamente hace que me sienta joven. Además, me aburro que me mato cuando no estoy en teatro. ¿Hasta dónde voy a llegar? No lo sé. Hasta que el público quiera porque los actores no se retiran, los retira el público.

–La semana pasada, el actor Jesús Cisneros, que también estuvo en Santander dijo que hay dos tipos de público: el que tienen la mayoría de las compañías y que cuesta llevar al teatro y el de Arturo Fernández que no le falla nunca.

–El público de teatro es muy inteligente y sabe perfectamente quien es quien y a lo que va. Hay que cuidarlo y yo intento que cada obra que hago sea mejor que la anterior. Hasta el momento puedo presumir de que mi público no sale defraudado de la sala. La obra les puede gustar más o menos, pero no les defrauda. Y es que para mí cada función es una noche de estreno, porque cada día el público es diferente. Llevo 58 años con mi compañía que es la que más antigua de España y siempre he seguido esa máxima. Los actores de mi generación se han entregado al público y al trabajo. Hemos vivido para el teatro. Estoy muy orgulloso de no haber pedido nunca una subvención, porque creo que recibir ayudas te hacen un vago al no tener que esforzarte.

–¿Le siguen llegando ofertas de cine o televisión?

–No. Mentiría sí te digo lo contrario. No me han llamado desde 'La casa de los líos' y 'Truhanes'. Aunque no sé si dejaría el teatro por volver a televisión. Ya tengo una edad y no sé si aguantaría diez horas seguidas de grabación. Tampoco se escriben personajes como los de esas obras que te he dicho. No creo que se vuelva a hacer una comedia tan redonda como 'La casa de los líos'. Hay alguna serie española que está muy bien, pero la mayoría no me gustan.

–¿Cuál le gusta?

–Me gustaron mucho 'La casa de papel' y 'El día de mañana'.

–¿Arturo Fernández se ha convertido en un personaje de sí mismo?.

–Probablemente sí. Siempre digo que en el escenario soy Arturo Fernández y adapto los personajes que represento a mi forma de ser y a mi estilo. Visten como yo y hablan como yo. No podría trabajar de otra forma.