«Dentro de cien años, José Hierro seguirá sonando en varios idiomas»

La UIMP quiso homenajear al Premio Cervantes y al que fuera su profesor durante 40 años de los cursos de español para extranjeros, José Hierro, con una velada dedicada a la «internacionalidad de su obra» a propósito del curso 'Leer a Hierro en el siglo XXI' que, con motivo del centenario de su nacimiento, dirige esta semana Soler Onís en las aulas de La Magdalena. Y al homenaje, con el que concluyó este año la tribuna literaria que organiza la Universidad Internacional y que patrocina El Diario Montañés, se sumaron los familiares de Hierro más cercanos, poetas cántabros y, sobre todo, varios traductores que se han encargado en los últimos tiempos de que la palabra de Hierro suene en los países árabes, en Polonia, en Francia o en Italia. «Porque su obra sigue viva y fresca ya que es muy atractiva en cualquier lugar del mundo», destacó Soler Onís, quien también dirige el Instituto Cervantes en Beirut.

Fue un acto sencillo y emotivo que tuvo lugar en el Hall Real del Palacio de La Magdalena en el que fundamentalmente se escuchó a Hierro a través de su obra y que abrieron la propia Yolanda Soler y Guillermo Balbona, redactor jefe de Cultura El Diario Montañés y habitual conductor de los Martes Literarios, que evocó al poeta «siempre rescatando ráfagas de criaturas, ráfagas de son humano. Amor, música, mar, muerte y vida».

La música sonó con la voz y la guitarra de Inés Fonseca, que cantó 'Nubes', uno de los poemas musicalizados que ha incluido en su disco libro 'Vida' en homenaje al poeta; y con la interpretación de dos piezas al piano por parte de Hortensia Hierro, nieta del autor de 'Alegría'.

Corina Gratti, de 13 años, última ganadora del Premio José Hierro del Ayuntamiento de Santander, la más joven en la historia del certamen, abrió el recital con la lectura de 'El libro', publicado en 'Quinta del 42' en 1952. A continuación, Joaquín Hierro, hijo del homenajeado se encargó de la lectura del que es uno de sus poemas favoritos de su padre 'El Réquiem' ('Cuanto sé de mí', 1957).

Los traductores de su obra recitaron sus poemas en distintos idiomas: Hassan Butakka, en árabe y Assunta Polizzi en italiano. Marta Eloy Cichocka leyó en polaco 'Vida', uno de los más repetidos en las distintas antologías de Hierro. El mismo que Adela Sainz, en representación de la generación de poetas que bebió del que consideran su maestro, puso voz en castellano.

Los asistentes, que llenaron el salón del Palacio, también escucharon a Julieta Valero, directora del centro de poesía José Hierro recitar 'Viaje a Italia'. La velada se cerró con la lectura de 'La casa', poema incluido en el volumen que acaba de traducir al francés Aline Schulman y que fue recitado por Aída Achab Zekri, secretaria del seminario que dirige Soler y que a continuación Tacha Romero, nieta del poeta y patrona de la Fundación, leyó en castellano.

Por la mañana, Tacha Romero, había reconocido ante los periodistas sentirse «abrumada» ante la atención y cariño que, con motivo del centenario, está recibiendo la figura de su abuelo. De él destacó «la magia de su presencia» y cómo «cuando entraba en una sala, todo el mundo callaba y le escuchaba». «Ese tesoro que en cierta manera intentamos transmitir a quienes no tuvieron la suerte de conocerle es lo que está ocurriendo este año», afirmó acerca de los actos que se están desarrollando en la UIMP que, según dijo «fue su casa». En este sentido, señaló que, gracias a este curso donde «cada uno desde su lugar revisita su figura, su memoria, lo reviven y lo comunican» lo que se está consiguiendo es «traer de nuevo» al poeta a la UIMP. «Es que no se ha ido», afirmó.

El homenaje de la UIMP a Hierro concluye con una exposición fotográfica, una serie de retratos en blanco y negro del escritor que actualmente pueden verse en el Palacio de La Magdalena, pero que se instalarán de manera permanente en el campus de Las Llamas, en las que impartió sus clases.