Al margen de conmemoraciones, lo obligado o forzado por la actualidad y algunos oportunismos, si hay un artista que ha sido verdadero protagonista en los últimos quince años ese es Luis Quintanilla. Entre el rescate, la reivindicación, el estudio y la investigación, más ... la creación de espacios ad hoc, su figura y su huella han alimentado en este período numerosas iniciativas y convocatorias. En la transición hacia el verano, regresa al escaparate expositivo con una importante muestra, con raíces y antecedentes históricos, que se inaugurará hacia mediados de junio. De nuevo la alianza entre el MAS y la Fundación Caja Cantabria, que ha sido especialmente fructífera y plasmada en muy diversos frentes de colaboración, se traduce ahora en un proyecto cuyo objetivo esencial por parte del museo es «presentar una instalación completa con los fondos que posee, y que será exhibida, además, en un ámbito y espacio muy cercano a los famosos 'frescos' que se muestran de forma permanente en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria».
De esta manera, se presentarán y expondrán más de un centenar de obras, junto con distinta documentación. El equipo curatorial, configurado por Salvador Carretero, Juan Muñiz, Fernando Zamanillo e Isabel Portilla, desarrolla una presentación iconográfica plasmada en «retratos y tipos sociales, paisajes urbanos y campestres y naturalezas muertas». El MAS, a su vez, trabaja asimismo en la edición del número 20 de su Colección Cuadernos de Arte –el último se le dedicó a Gregorio, en su recuperación científica y artística–, con textos inéditos sobre Quintanilla que la pinacoteca santanderina ha encargado a Esther López Sobrado.
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La muestra
Integrada por los copiosos fondos propiedad del MAS de la obra de Luis Quintanilla. Se inaugurará en el Edificio Casyc de la calle Tantín hacia el 11 de junio.
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Antecedentes clave
María José Salazar conoce, trata y se hace amigo de Quintanilla; le organiza dos importantes exposiciones (noviembre de 1978 en el MAS y febrero-marzo de 1979 en el MEAC)
El proyecto viene a restituir un calendario y un programa que ya estaban fijados hace tres años, pero que truncó el incendio del antiguo Museo de Bellas Artes.
En 2018 estaba prevista esta muestra en el 'Espacio Génesis' del MAS, ámbito destinado a exposiciones individuales de artistas cántabros, siempre contando con los propios fondos del museo. De esta manera, este proyecto iba a suceder a otros similares que se organizaron dedicados a Riancho y Solana, que no pudo celebrarse. Nuevamente, y al igual que con citas precedentes –GOYA & goyas, AQVA, TERRA, #QuédateEnCasa, MAScolecciónMAS–, las dos instituciones, MAS y Fundación Caja Cantabria, «resaltan las importantes obras de sus propias colecciones, museo y fundación siempre activos a pesar del contexto pandémico».
El MAS, en coproducción con la Fundación, ultima hora así esta «magna exposición con los copiosos fondos de su propiedad de Luis Quintanilla, que posee, muestra que se prepara para ser exhibida en el Casyc2.
El santanderino Luis Quintanilla (12 de junio de 1893), vivió en directo la época de las vanguardias en el propio París, a donde llega en 1912, justo antes de la I Guerra Mundial. Coincidirá con muchos artistas que abrían camino en las vanguardias (Degas, Modigliani, Chagall…). Se hace amigo de Juan Gris. Con el conflicto mundial, regresa a España, dedicándose a viajar y tomar apuntes, hasta su nuevo regreso a la Ciudad de la Luz en 1920. Conecta con gente de la cultura, sus tertulias...y pasa un tiempo en Italia, donde descubre el fresco; es testigo de los desmanes de los 'camisas negras'. Retorna a España…, y se da de alta en el PSOE a instancias de su amigo Araquistáin.
Como fiel republicano que fue, participó de forma particularmente activa en diversos acontecimientos históricos españoles, en Madrid, Toledo, etc., destacando en su actuación en Octubre de 1934. Con la Guerra Civil, es el escritor Ernest Hemingway quien convence a quien correspondía que Quintanilla no podía defender la República con un fusil; en todo caso, fue un activo espía.
'La cárcel por dentro'
Antes bien, su cometido era hacerlo con la pluma y el pincel. Fruto de ello son los extraordinarios dibujos y grabados de esta época. Destaca, por ejemplo 'La cárcel por dentro', serie de dibujos originales perteneciente, gran parte de ellos, a la Fundación Bruno Alonso, en depósito en la UC, y que también formarán parte de esta exposición en un gabinete especial. En 1938 sufría un duro y largo exilio. Y recala en Nueva York en 1939. Allí conocerá y se hará gran amigo de distintas personalidades del mundo artístico y cultural del país, apoyado por ellos y recibiendo distintos encargos. Casa con Janet Speirs. Fruto del matrimonio es Paul Quintanilla, su único hijo, persona clave en los fondos que hoy posee el MAS. En EEUU, son John Ford, Gary Cooper, Veronica Balfe, John Dos Passos, etc., las personas con las que se codea hasta que decide regresar a París en 1959.
Allí residirá y no volverá hasta cumplir con una promesa: que jamás regresaría a España, en tanto en cuanto viviera el dictador. Y lo cumplió, ya que retorna a Madrid en 1976, falleciendo dos años más tarde.
Antecedentes
Es en esta segunda larga estancia en París cuando la historiadora e investigadora María José Salazar conoce, trata y se hace amigo de Quintanilla; le organiza dos importantes exposiciones –noviembre de 1978 en el MAS y febrero-marzo de 1979 en el MEAC–, «tras años de preparación, miedos superados incluidos». Salazar posee una documentación que supone «un testimonio verdaderamente interesante, consecuencia de varios desplazamientos a la capital francesa, y sus constantes encuentros».
La exposición en el museo santanderino da pie a que el MAS ingrese las primeras obras de Quintanilla a su colección, gracias entonces a la generosidad del sobrino del pintor, Joaquín Fernández Quintanilla, su mujer y familiares. A ello, se le va a sumar una oferta de donación de varias decenas de pinturas. Dicha oferta de donación que no terminaba de cuajar, es retomada en 1990 por el actual director del MAS, consiguiéndose cerrar la gestión, gracias a la siempre generosa mediación del citado Fernández Quintanilla.
No obstante, es el hijo del artista, Paul Quintanilla el que dona precisamente estos importantes fondos pictóricos, confiando la operación en JFQ. En noviembre de 1990 llega al MAS la donación de ochenta pinturas al óleo, datadas entre 1957 y 1972.
Ahora, todo este corpus, con el añadido de otras obras del MAS y el préstamo de 'La cárcel por dentro', es el que configura esta copiosa muestra en desarrollo.
El MAS trabaja, en paralelo, en la conservación y restauración de alguna de las piezas, pero, en definitiva, «mostrará la gran cantidad de obra tal como se encontraba en el estudio de Luis Quintanilla en París, en su segundo 'palomar'». Dicho fondo fue trasladado a Madrid, cuando el artista regreso en 1976 y quedó bajo la protección y cuidado de Fernández Quintanilla. Y finalmente, el hijo del pintor decidió donarlo al MAS.
Ante el proyecto que se inaugurará a mediados de junio, Javier Ceruti, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santander, destaca la figura del «artista de alguna manera maldito y que pasó un calvario en vida, ejemplo de compromiso». Y subraya que el MAS «tenía verdadera necesidad de mostrar este fondo, en gran parte inédito».
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