-kKCC-U90215643981PM-624x385@Diario%20Montanes.jpg)
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. El buen tiempo animó al público a participar este fin de semana en la XI Muestra Internacional de Artes Fantásticas de Santander (MAF), ... que se despidió ayer con el desbordante humor del espectáculo 'Un cuento del viento', de los checos Pavel Smîd Teatr, y la irreverencia de 'La Osadía', una propuesta de la compañía salmantina La Chana Teatro. La iniciativa dirigida por Ana Lekube con el apoyo de la Fundación Santander Creativa (FSC) ha reunido a numeroso público alrededor de los cuarenta espectáculos que durante el fin de semana animaron plazas y calles de Santander. La mayoría han sido gratuitos y los de sala costaron entre 4 y 15 euros.
El MAF se despidió ayer de Santander con dos propuestas interesantes. 'Un cuento del viento', de los checos Pavel Smîd Teatr, un divertido espectáculo en el que los asistentes disfrutaron de los títeres tallados por Jan Ruzicka y la escenografía de Simonetta Smídová. Todo ello mezclado con un humor maravilloso, el contacto directo con el público y un montón de canciones que hicieron pasar al público un rato inolvidable. Y los salmantinos de La Chana Teatro representaron 'La Osadía', la versión más irreverente, poética y divertida de 'La Odisea' de Homero. Si en 'La Odisea' la tragedia se masca, en 'La Osadía' se mastica como el que no sabe comer chicle y le extrae todo su sabor en los primeros bocados, con la boca torcida, apuntando una sonrisa socarrona y mordaz que desvela la intención, como siempre, de reírnos de nuestras propias miserias. Pero ayer también volvieron a la calle las cabezas gigantes de 'Headspace', de los holandeses Electric Circus. Los espectadores tuvieron la oportunidad de adentrarse en una cabeza gigante en la que disfrutaron de pequeñas muestras teatrales interpretadas por marionetas robotizadas.
Y ayer también volvió a levantarse la carpa de 'El circo de las pulgas', de los franceses Petits Miracles. Allí, el domador de fieras Alfredo Panzani cambió sus leones y elefantes por una exhibición de pulgas con las que ya ha recorrido varios lugares del mundo. Sus pulgas amaestradas protagonizaron variadas e increíbles proezas hasta llegar al número final, en el que Zazá, la pulga voladora, arriesgó su vida para lanzarse por el aire propulsada por un cañón.
El MAF dice adiós a Santander después de tres días en los que creadores de Kenia, República Checa, Países Bajos, Francia y distintos puntos de España han utilizado poesía, música, danza, circo y teatro para jugar con la fantasía de un público de todas las edades.
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