El director cántabro Carlos Mora estrena su documental 'Tierra de leche y miel' en la Seminci

En este documental, Carlos Mora, que cuenta en su filmografía con dos cortometrajes ('Diles a las Mujeres que nos Vamos', de 2013, basado en el relato homónimo de Raymond Carver, y 'Arena', de 2015), narra tres historias que retratan la dura y compleja realidad producidas por los conflictos bélicos y la crisis migratoria en lugares como Sarajevo, Georgia y Grecia. La cinta se centra en las consecuencias de los conflictos en la antigua Yugoslavia y en Abjasia, así como la reciente situación de los refugiados sirios en Grecia, ejes desde los que propone acercarse a unos protagonistas que deben enfrentarse en su día a día al desarraigo y que dialogan y habitan una misma geografía marcada por el devenir del tiempo y la falta de expectativas.

Ese enfoque humanista se traduce en la aspiración de establecer «un vínculo con las personas retratadas en la película. En este sentido, el objetivo era que el espectador pudiera coexistir con los personajes en su día a día y generar un sentimiento de empatía». Este planteamiento se tradujo en «lo más enriquecedor que nos ha aportado la realización del documental», la convivencia con los protagonistas. «Compartimos largos ratos con las personas que retratamos. Su hospitalidad hacia nosotros fue asombrosa», explican los directores.

El primero de los focos se sitúa en Sarajevo, donde Mirsada y su hija Vanesa sobreviven en el centro colectivo de Hrasnica, esperando una solución habitacional definitiva que nunca llega. El segundo de ellos discurre en Georgia, donde Bela, a sus 78 años, lucha cada día por recuperar los cuerpos de los desaparecidos en las guerras de Abjasia. El tercer foco del documental se centra en Grecia, describiendo la realidad de Alia y Hussein, una pareja que huyó de la guerra en Siria y que esperan con anhelo la reunificación familiar y el reencuentro con su hija Zozan desde Polykastro.