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La luz de una bombilla domina el epicentro de la sala. Prima, no obstante, la oscuridad y el silencio. Lo que alumbra es metáfora. Su atmósfera filtra las palabras del 'Ensayo sobre la ceguera' de José Saramago. En apenas cinco minutos un espacio de arte ... y libro se ha convertido en una ceremonia cómplice. La visita muta en escena y escenario, despojados ambos de sofisticación, de efectismos y de espectacularidad. Aquí el artefacto más mágico y sorprendente es un libro. El efecto lo genera la palabra (un fragmento, un aforismo, unos versos). Y el ejercicio se traduce en un paseo doblemente interior: el que recorre las estancias del histórico edificio y el trayecto que cada uno como visitante/oyente/espectador traza, exento de ruido. La Torre de Don Borja en Santillana del Mar inició en semana santa una actividad que funde entorno, espacios, libros y arte cuya identidad reside en conocer el inmueble del siglo XV -hoy en día sede del proyecto que abrió sus puertas en 2019, impulsado por las familias Polanco y Pérez Arauna-, a través de una visita diferente. Limitadas por las restricciones de la pandemia, es más una experiencia que una cita cultural. El poeta Marcos Díez, director de la Torre en esta nueva etapa, ha concebido el singular 'Paseo interior'. Hasta ahora se han celebrado cerca de cuarenta recorridos y 250 personas han pasado por la sede de la colección Rucandio y de las grandes bibliotecas de las mencionadas familias.
Seis personas máximo recorren las salas en un paseo de apenas cuarenta y cinco minutos con seis paradas. En ellas, el visitante, a veces sentado, escucha a Marcos Díez que ejerce de médium, más que de guía, entre historias que se esconden en los anaqueles, el poder de la palabra y las obras de arte que enmarcan el acceso a otros mundos. De Heráclito a Lorca, de Gloria Fuertes a Luis Rosales, de Piedad Bonnett a Teresa de Jesús. Siempre a través de reserva previa (por whatsapp al 699265469) los paseos, gratuitos, se extenderán durante todo el año. Solo una regla no escrita se impone desde que se inicia el trayecto en el patio de la Torre: el silencio. Antes al visitante le recibe el sonido de Bach. En la primera de las paradas, en la Biblioteca de Pancho Pérez, la lectura corresponde a parte del discurso que Federico García Lorca escribió y leyó cuando fue invitado a inaugurar la biblioteca pública de su pueblo, Fuente Vaqueros, en la provincia de Granada, en el año 1931. La segunda discurre en el centro de la instalación de Jorge Gil, mientras se leen fragmentos del Nobel Saramago. La tercera se detiene ante un cuadro de Juan Genovés. Y se leen unas reflexiones del propio pintor recientemente fallecido y un poema de Gloria Fuertes. La cuarta parada se escenifica en la biblioteca antigua de la Infanta Paz. Allí se leen fragmentos de libros impresos en 1607 (Camino de perfección, de Teresa de Jesús) y 1702 (Segunda parte de las obras en prosa de Francisco de Quevedo).
Junto a la pieza 'Marisa', el 'encapsulado' de Darío Villalba, se recitan poemas de tres autoras: Piedad Bonnett, Chantal Maillard e Idea Vilariño.
Por último, 'Esteo', del escultor gallego Francisco Leiro, preside el patio y el adiós entre poemas de Luis Rosales y del Premio Cervantes, Pepe Hierro.
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