Un documento traza el patrimonio industrial de Cantabria desde la perspectiva de género

Sara del Hoyo Maza, historiadora del arte por la Universidad de Oviedo, profesional independiente dedicada al inventario y catalogación del patrimonio cultural y la divulgación científica, ha sido la artífice del concepto. Junto a ella la gestión de esta propuesta multidisciplinar asoma Valvanuz Venero. Técnica superior de Artes Plásticas y Diseño en Ilustración por la Escuela de Artes Aplicadas de Logroño, participó en el proyecto de movilidad Form-Arte en el marco del Programa Leonardo da Vinci. En 2018, y después de dieciséis años como trabajadora en una conocida agencia de publicidad de Santander, abrió Valmondo, su propio estudio de diseño gráfico.

La cuenca hidrográfica del Besaya, la zona más industrializada de la comunidad, es el resultado de la acumulación de diferentes procesos en torno a un canal de comunicaciones paralelo al río. Iniciado, por tanto, como eje comercial (Camino de Castilla) «conserva testimonios de los primeros establecimientos preindustriales del siglo XVIII (molinos harineros y ferrerías) que evolucionaron, gracias a la introducción de nuevos procesos industriales en el último tercio del siglo XIX apoyada en la existencia de recursos. Ya en el siglo XX, vio formarse diferentes conjuntos urbano-industriales que se consolidaron al mismo tiempo que aumentaron su área de influencia.

Además de la máquina de coser o de la máquina de escribir, existen muchas otras máquinas que han sido «accionadas por manos femeninas en naves y talleres que, en una parte importante, han desaparecido». Hilaturas de Portolín (Molledo), Forjas de Buelna y Nueva Montaña Quijano (Los Corrales de Buelna), la Sniace (Torrelavega), la fábrica de sacos de yute La Emiliana (Riocorvo, Cartes), la Azucarera Montañesa y la Lechera Montañesa (Torrelavega), la química Solvay (Barreda, Torrelavega), Lechería Collantes (Bárcena de Pie de Concha), la fábrica de neumáticos Continental (Torrelavega) o varias de las industrias que producían zapatillas y alpargatas también en Torrelavega son sólo algunos de los nombres con una y cientos de historias aún por narrar.

Después de los cuatro encuentros participativos celebrados a lo largo del mes de mayo en Torrelavega, Silió y Los Corrales de Buelna, hoy, a las 19 horas, en la Casa de Cultura de Torrelavega, se presenta el pliego y las conclusiones. Este documento se ha concebido, además de como producto final de la propuesta, a modo dematerial susceptible de ser utilizado más allá de la misma, en el sentido de poder funcionar como herramienta de divulgación y de acompañamiento en el proceso de revisitar el patrimonio industrial de Cantabria desde la perspectiva de género».

Este proyecto es una de las ocho propuestas diversificadas en 22 jornadas, de acceso gratuito y ubicadas en 14 espacios diferentes de la región, dentro de Mujeres y Cultura de Vicepresidencia. El objetivo «continuar dando visibilidad a creadoras y artistas del mundo de la cultura, además de seguir trabajando en la creación de referentes femeninos para las generaciones futuras».