Luis Zueco
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Luis Zueco
Tras el éxito de 'El tablero de la reina' (Ediciones B), una obra sobre los orígenes del ajedrez moderno y el ascenso al poder de Isabel la Católica, su autor, Luis Zueco (Zaragoza, 1979), concluye su bilogía, dedicada a esta reina, con una novela, 'El mapa del nuevo mundo', de la misma editorial, que en realidad es un homenaje a los viajeros que cambiaron el mundo. Un libro que presenta hoy en el Ateneo de Santander, a las 19.30 horas.
–'El mapa del nuevo mundo' es la segunda entrega de su bilogía sobre Isabel La Católica. ¿Quedan aún cosas por conocer de su reinado?
–Siempre hay cosas nuevas que contar. Mi novela está ambientada en la fase final de su reinado, pero, sobre todo, lo que cuenta es cómo cambia el mundo en ese momento y qué sucede a finales del siglo XV y principios del XVI más allá de descubrir América, que no deja de ser una consecuencia de los cambios que se estaban sucediendo. Tenemos la suerte de que España fue el epicentro de todos ellos con la figura de los Reyes Católicos y, sobre todo de Isabel. Así que de eso trata la novela y también de la importancia de los viajes.
–Además, es una novela con mucha intriga.
–Sí, los que conocemos un poco la Historia sabemos de sus complicaciones y en la novela se intentan descifrar muchos de los enigmas de entonces. Desde Colón, su origen y personalidad, hasta la política exterior de los Reyes Católicos, así como sus tramas diplomáticas y políticas. Hay que tener en cuenta que cuando Isabel es una niña, Castilla es una potencia de segundo nivel, Aragón también, y cuando fallece deja una gran corona lista y preparada para dominar el mundo. Pocas veces se ha dado un cambio así en tan pocos años y la novela lo que quiere explicar es cómo fue posible que ocurriese eso y quiénes fueron los protagonistas de ese gran cambio.
–Su novela, como decía, también le da mucha importancia a los viajes y describe a un tipo de viajero que hoy está extinguido.
–Sí, ahora somos turistas y parece que lo que más nos importa es el destino. Es decir, si quieres ir a París lo importante es llegar cuanto antes, en cambio a un viajero lo que le interesa es el trayecto y, sobre todo en aquella época, cómo te cambia la vida. De aquellos viajes no volvías igual que habías salido. Pero a mí lo que me parece importante, porque nos han contado muy mal la Edad Media, es que entonces y por primera vez, gracias a estos viajes se dieron cuenta de lo grande que es el mundo.
–¿Qué es lo que no nos han contado bien de la Edad Media?
–Nos han contado que la gente en la Edad Media pensaba que el mundo era plano. Eso es falso. Es más hay más terraplanistas ahora que entonces. En la Edad Media sabían perfectamente que el mundo es esférico, pero en lo que fallaron es en las dimensiones. Ellos pensaban que era mucho más pequeño y por eso, a finales del siglo XV, cuando se dieron cuenta de lo grande que era, se lanzaron a descubrirlo. Querían saber, conocer... Fue el momento clave de los mapas. Cada barco que llegaba cambiaba el mundo y redibujaba todos los mapas.
–Hablando de mapas. El libro incluye una serie de ellos. ¿Con qué sentido?
–El objetivo de mi novela es que cuando la estés leyendo te imagines que estás viviendo en el siglo XV. Por lo tanto, para contar esta historia utilizo mapas de esa época. Es importante que el que empieza la novela se olvide del siglo XXI, por eso acompañamos el texto con algunos de esos mapas. Creo que lo más importante es tener la visión de la gente de aquella época y no juzgarla desde la nuestra.
–En el siglo XXI parece que queda poco por descubrir.
–La gente del siglo XV también pensaba que lo había descubierto todo. Viajar es una de las grandes motivaciones de la Humanidad. Ahora tenemos la vista puesta en la Luna o en Marte.Pero lo importante es viajar, porque es muy difícil realizarnos si no lo hacemos.
–¿Cómo es el mapa literario de Luis Zueco?
–Complejo (ríe). Cuando escribo una novela intento tener un buen mapa para estructurarla. Leo muchos ensayos y otros libros y, sobre todo, intento construir una trama con muchas capas y me documento a todos los niveles para llegar a un mayor número de público e incluso pensado en la posible traducción a otros idiomas y en cómo puede entenderla un lector polaco que no sepa nada de la Historia de España. Además, como buen viajero, estoy predispuesto a que a lo largo de esa travesía me encuentre con algún obstáculo o un lugar que no estaba en ese mapa.
–¿Y su brújula literaria sigue marcando a la Historia?
–Sí, porque es fundamental. La novela histórica tiene que lograr hacerla más atractiva y que llegue al gran público. La Historia es pura aventura, mucho más allá de esos listados de fechas, nombres o batallas. Lo más interesante de la Historia es entender a los que la vivieron. A mí no me interesan las batallas de la Segunda Guerra Mundial, sino qué hechos llevaron a ella para que no se vuelvan a suceder, así cómo el punto de vista de los protagonistas. Lo bueno de la novela histórica es que te deja un poso que no te dan otros géneros.
–¿Hacia qué periodo de la Historia nos llevará su próxima travesía?
–Es pronto para decirlo. Todavía estoy inmerso en la promoción de 'El mapa del otro mundo', pero seguro que será una novela con muchos viajes e histórica, aunque ya no estará centrada en Isabel Católica.
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