La editorial Eride publica la obra teatral 'El jardín de las posibilidades' de Carlos Troyano

El autor asegura que desde que conoció esa historia entre Lorca y Emilia Llanos supo que tenía que hacer algo con ella. «Estoy seguro de que si hubiese ocurrido algo parecido con algún escritor de Estados Unidos ya tendría una película en el cine», afirma. Carlos Troyano, que ya estuvo con el libro en el Salón Internacional de Teatro de Madrid, lo presentará en Santander, en la Librería Gil, el jueves, día 16 de este mes de enero.

Emilia Llanos Medina y Federico García Lorca se conocieron en Granada en 1918, desde el principio y pese a la diferencia de edad hubo una gran complicidad entre ellos, un flechazo, y una relación muy estrecha hasta que él abandonó la ciudad andaluza para ir a estudiar a Madrid y se instaló en la Residencia de Estudiantes. Un alejamiento que dio paso a una amistad epistolar y a varios encuentros cuando él visitaba Granada y ya había descubierto su homosexualidad. Pero Emilia nunca olvidó a ese joven poeta y aquellos paseos por el Jardín del Generalife y hasta intentó, sin suerte, interceder por él, cuando fue detenido en el inicio de la Guerra Civil, así que su asesinato la atormentó hasta el final de sus días.

Troyano recuerda que cuando empezó a investigar sobre Emilia Llanos todo el mundo le remitía a Isabel Monzón, una filóloga y estudiosa de García Lorca que también recababa datos sobre ella para un libro.

La investigación siguió años después de la publicación de esa obra y del estreno del 'El jardín de las posibilidades' con la publicación de otras cartas, las que el escritor y periodista Agustín Penón mantuvo con Emilia Llanos en las que esta contaba, de primera mano, su relación con el poeta. Fue precisamente esa correspondencia la que animó a Troyano a revisar su obra original y rehacer su texto. Es esta última versión, que se pudo ver en el Palacio de Festivales el pasado año, la que ahora se ha publicado.

El texto presenta un recorrido sobre la vida de García Lorca según la mirada de su amiga. La importancia de saber perdonarse, la idealización como escudo, el amor sin condiciones y la barbarie de la guerra están presentes en una obra protagonizada por cinco actrices. Cuatro de ellas encarnan a Emilia Llanos en distintas épocas de su vida -cuando conoce a Lorca; la época de la Guerra Civil; el momento en que Penón entra en su vida y cuando ya anciana no deja de pensar en el poeta- , la quinta, tal vez el personaje más onírico, es un jardinero que 'guía' a las cuatro emilias por ese jardín, que da título a la obra.