Eloy Velázquez recorre la intrahistoria de su creación en Espacio interior del MAS

Guillermo Balbona

Santander

Martes, 17 de diciembre 2024, 01:00

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Mucho antes de que la obra tenga su puesta de largo, Eloy Velázquez ya ha dejado en el camino una textura de reflexión, compromiso y llamada. Diálogo, dialéctica, denuncia, revelación, relato. Su última comparecencia este año en la Biblioteca Central volvió a demostrar su condición de artista libre, exento de compartimentos estancos y en constante alerta ante el mundo y sus fragilidades. Además su trayectoria expositiva está sembrada por la inquietud, la curiosidad, la búsqueda y una forma de activismo cultural reflejado en colaboraciones, instalaciones y libros de artista. Hoy martes, a las 19.30, su identidad artística y los lugares de su obra protagonizan el Espacio interior del MAS.

El Museo de Arte de Santander creó esta actividad en homenaje a una magistral obra de Esteban de la Foz, a través de la cual los únicos protagonistas son los propios artistas. El MAS recalca que de esta forma se generan «frescos diálogos entre artista y espectador». En esta ocasión, es Eloy Velázquez quien se suma al ciclo para trasladar «su trayectoria, sentires y conceptos, sus proyectos, su particular e intenso compromiso social constatable en todas sus exposiciones en Cantabria y fuera, su investigación y reflexiones». La disertación estará ilustrada con la proyección de imágenes y vídeos de sus trabajos. Como recordatorio, Velázquez está representado por la obra 'Lunático' (2010), un duro rostro llevado a cabo en una gran piedra encontrada que se exhibe en la planta 1, Sala 3. El artista ha confesado en ocasiones que su obra «es difícil de encasillar en un ismo demasiado concreto. Tal vez porque nunca me he ajustado a otra norma que la de hacer en cada momento lo que sentía». A su juicio, «las modas son, por un lado, las respuestas a las referencias históricas del arte, y por otro, responden al contexto social donde que surgen». En esa profusa actividad paralela a la creación, ha alternado performances e instalciones, pintura mural, ponencias y estudios sobre el grabado. A propósito de su última exposición, escribía: «Vivimos felizmente anestesiados en un inmenso panóptico digital donde, a cambio de facilitarnos la vida, permitimos que las grandes empresas tecnológicas la conviertan en mera mercancía».