«Escribo películas para tener una excusa para estar en Cantabria»

La sala de la sede santanderina colgó el cartel de lleno para acoger la proyección de la última película de Sánchez-Arévalo, estrenada en el festival de San Sebastián y disponible en Netflix, plataforma que posee los derechos de la cinta rodada íntegramente en Cantabria. Allí, el propio director, los actores protagonistas y Pablo Zuloaga realizaron una breve presentación de la cinta. El vicepresidente cántabro destacó el protagonismo paisajístico de Cantabria en el filme: «Más allá de los personajes que desarrollan Biel y Nacho, creo que el tercer gran personaje de la película es Cantabria». Zuloaga también aprovechó la ocasión para agradecer al director madrileño su compromiso con la región y los beneficios que implica su disponibilidad en Netflix: «Esa mirada cómplice sobre lo mejor de Cantabria, nuestros mejores escenarios, la amabilidad de nuestra gente... Creo que es la mejor manera de proyectarnos. Y también que se pueda ver a través de Netflix: 190 países, nos va a ver todo el mundo, que se va a quedar con unas ganas locas de venir a Cantabria».

Durante su intervención, el propio Daniel Sánchez-Arévalo destacó su vínculo con la región: «Llevamos más de cien entrevistas y siempre digo que yo nací en Madrid por error. Soy cántabro, me siento cántabro y ese amor por Cantabria y esa necesidad de buscar siempre el norte, de buscar la Tierruca, es una necesidad vital y profesional en mi». Una inclinación que se traduce en proyectos que acaban en Cantabria: «Siempre digo que escribo películas para darme una excusa para poder pasar mucho tiempo aquí». El director también bromeó con Revilla, pidiéndole que pusieran su nombre «a una rotonda, a un callejón sin salida. Mi padre tiene un colegio y no aspiro a tanto. Pero no pienso dejar de rodar en Cantabria hasta que me lo pongáis», amenazó.