La escritura reflexiva de Azahara Alonso, en los Martes Literarios

'Gozo', que fue una de las publicaciones más sorprendentes del año pasado, tanto por su estructura a medio camino entre el ensayo, la biografía o la novela como por su temática. Fue también la obra que la ha traído a Santander el pasado mes de junio pues fue el libro elegido por el Aula de Letras de la Universidad de Cantabria (UC) para su 'Bibliodega', el club de lectura que se celebra en Gil en torno a una mesa y un buen vino.

«No hay pensamiento sin sosiego. La atención no tiene prisa», ha afirmado Azahara Alonso en alguna de las entrevistas que la han realizado tras la publicación de 'Gozo', un libro que habla de la posibilidad de un placer casi sagrado, el de no hacer nada (o no hacer tanto, o no por necesidad). Un libro que reflexiona sobre el sentido de la vida a partir de un hecho real, el año que vivió esa pequeña isla de Malta, explorando el significado de un año sabático. «¿En qué momento mi vida empezó a ser accesible solo en vacaciones?» se pregunta en las primeras páginas de la premiada publicación.

Pero 'Gozo' ofrece también profunda reflexiones sobre la identidad laboral, la tiranía del ocio, e incluso la explotación turística en una suerte de elogio a «a no cumplir con esas expectativas que nos infligimos a nosotros mismos que son las de la productividad en todos los campos», tal y como ella misma lo define. «Vivimos en la sociedad del rendimiento, en la que ejercemos esa exigencia».

Licenciada en Filosofía y poeta, Azahara Alonso ha sido coordinadora de la escuela de escritura Hotel Kafka y gestora cultural en la Fundación Centro de Poesía José Hierro. Actualmente imparte talleres literarios y publica crítica especializada.