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«Siempre acabamos llegando a donde nos esperan». Las palabras del Nobel José Saramago presiden la puesta de largo de un nuevo proyecto cultural que, a su vez, está fuertemente arraigado en Cantabria. Una edificación emblemática, una miscelánea de arte, memoria y libros, un espacio integral ubicado en una de las geografías de mayor tradición cultural y el legado de dos personalidades fundamentales en la historia reciente española, en ámbitos como la comunicación y la edición, constituyen los pilares y señas de identidad de la nueva etapa de la Torre de Don Borja. Saramago participó en los encuentros Lecciones y Maestros celebrados en la Torre de Don Borja en la década pasada.
El próximo día 4 de julio el histórico torreón del siglo XV abre sus puertas de nuevo tras una gran rehabilitación para albergar un proyecto cultural muy singular que acoge una de las colecciones privadas de arte contemporáneo español más importantes del país. Entre sus muros centenarios el visitante encontrará, además, una gran biblioteca especializada en Iberoamérica que, en sí misma, es una declaración de amor al libro.
Qué se puede ver en arte. Exposición temporal: 'Diálogos' y exposición permanente con fondos de la colección Rucandio.
En edición. Biblioteca Iberoamericana. Biblioteca histórica de la Infanta Paz de Borbón. Biblioteca de arte. Sala de la editorial Santillana. Sala de autores de Alfaguara, Taurus, Altea y Aguilar.
En comunicación. Salas audiovisuales dedicadas a El País, a la Cadena Ser y a Canal Plus.
Actividades. 1. El arte visto por los artistas (6 de julio). Intervienen: Juan Manuel Bonet, Juan Navarro Baldeweg y Guillermo Pérez Villalta. 2. La edición (18 y 19 de julio) / Federación de gremios de editores de España. Sesiones: 'Los editores', 'El espacio del español' y 'La lectura'.
Apertura y visitas. Inauguración, 4 de julio. Apertura al público, el 9. Hasta el 30 de septiembre, de martes a domingo, visitas guiadas a las 11.00, 12.00, 13.00, 16.00, 17.00 y 18.00 horas. Grupos de 15 personas. Precio: 5 euros. Reservas en: contacto@torrededonborja.es Fuera de temporada, visitas bajo reserva previa.
La memoria de Jesús Polanco y Pancho Pérez González, ambos grandes editores, se funde ahora en este espacio conjunto que recobra otras etapas históricas con el arte, las temporadas expositivas, las actividades culturales y el debate. A ambas figuras les unió un proyecto, la editorial Santillana, cuyo nombre era un guiño a la tierra de sus ancestros. En dos salas se exponen rasgos y obras de esa empresa editorial que edita en 21 países, prácticamente en toda el área iberoamericana. Desarrollada su actividad editora, contribuyeron decisivamente al proyecto y expansión del diario El País y, posteriormente de Prisa, su grupo de comunicación. Y crearon la Fundación Santillana, cuya sede histórica situaron en el recinto precisamente de la Torre de Don Borja, donde se desarrolló una gran actividad durante más de tres décadas.
La Torre de Don Borja, en su nueva andadura, gira alrededor de tres ejes principales: el arte, la edición y la comunicación. La iniciativa rinde homenaje a las figuras de Jesús Polanco y Pancho Pérez González, socios y amigos, y a las que fueron tres de sus grandes pasiones: la edición de libros, los periódicos y el arte contemporáneo.
Alrededor de estos pilares se articula una propuesta que, por la variedad y calidad de contenidos, no resulta fácil de encerrar dentro de una definición. La Torre de Don Borja se postula, ante todo, como un lugar sugerente.
El espacio del siglo XV, ahora rehabilitado tras una intervención del arquitecto Luis Castillo cuenta en la actualidad con tres grandes salas de exposiciones, tres bibliotecas, antiguos salones de corte isabelino, un espacio dedicado a los orígenes del proyecto a comienzos de los años ochenta, espacios audiovisuales… Se podría decir que la que fue sede de la Fundación Santillana ha acabado llegando a ser lo que Jesús Polanco y Pancho Pérez González siempre esperaron: «Un lugar invadido por el arte y los libros en el que, ahora, hay también espacio para la que fue una de sus grandes empresas vitales, los medios de comunicación». Todo ello sin olvidar el patrimonio, algo natural en un edificio del siglo XV, y la programación de actividades que se desarrollarán porque el proyecto aspira a ser, ante todo, «un centro vivo».
Destinado, en paralelo, a visitas guiadas el itinerario incluirá el acceso a los antiguos salones que ocupó la Infanta Paz de Borbón –donde se conserva la biblioteca histórica que ella y sus herederos conformaron– y diversos espacios dedicados a las editoriales y los medios de comunicación que impulsaron Polanco y Pancho Pérez González.
La Torre de Don Borja se inaugurará la próxima semana y abrirá sus puertas al público el día 9. Lo hará con 'Diálogos', una temporal que propone un recorrido por el arte contemporáneo español desde la Transición hasta nuestros días.
La Torre de Don Borja acogerá, al menos, una gran exposición anual que ocupará las tres salas de exposiciones principales del ala oeste del edificio. Las exposiciones temporales se nutrirán principalmente, como en esta muestra inaugural, de la colección Rucandio, de la familia Polanco, pero estarán abiertas también a otras propuestas, colecciones y manifestaciones artísticas diferentes.
El edificio, por otra parte, cuenta con otras estancias en las que se albergarán fondos de la Colección Rucandio de una forma más permanente.
En este caso con obras de artistas como Francisco Bores, María Blanchard, Ismael Gómez de la Serna, Pepe Espaliu, Joaquín Vaquero Turcios, Matías Goeritz o Rafael Canogar, entre otros.
La Colección Rucandio es una iniciativa privada promovida, desde comienzos de los años sesenta, por la familia Polanco. Con un conjunto de más de 300 obras, pretende reconstruir los momentos más importantes del arte español desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, con el afán de establecer un relato imparcial de este periodo de nuestra historia del arte más reciente, con obras representativas de todos aquellos artistas fundamentales que han trabajado en este espacio de tiempo. Se trata de una colección de obras, no de firmas. Los artistas están representados con obras de sus periodos más interesantes y con piezas significativas de su trayectoria. Muchas de las obras que integran la colección podrían, por otra parte, formar parte de colecciones de grandes museos.
Al contenido expositivo hay que sumar cinco espacios dedicados a los libros. El más importante es una gran biblioteca especializada en Iberoamérica que destaca, especialmente, por sus fondos literarios, históricos y humanísticos. Se trata, en su conjunto, de una de las colecciones privadas especializadas en Iberoamérica más importantes de España.
La biblioteca surgió de la faceta de bibliófilo de Pancho Pérez González. Su amor a los libros le llevó a comprarlos, encargarlos y coleccionarlos durante toda su vida. Su biblioteca estuvo ubicada, primero, en el pueblo cántabro de Barcenillas, hasta que en este 2019 se trasladó a la Torre de Don Borja, rehabilitada con este fin. Los casi veinte mil ejemplares que la conforman son el reflejo de la pasión de Pancho Pérez González por los libros y el conocimiento.
A ella se suman otros dos espacios, uno dedicado a la editorial Santillana, que impulsaron Jesús Polanco y Pancho Pérez desde los años sesenta, y otro dedicado a los autores, entre ellos 18 premios Nobel y 12 premios Cervantes, que publicaron a través de otras editoriales como Alfaguara, Taurus, Aguilar o Altea. A todo esto se suma la biblioteca histórica de la Infanta Paz de Borbón, compuesta por un millar de libros de entre los siglos XVI y XX, y una biblioteca de arte.
El tercer gran pilar del proyecto es el de la comunicación. La Torre de Don Borja, en su planta alta, propone una inmersión en recuerdos procedentes de El País, la Cadena Ser y Canal Plus, proyectos impulsados por Jesús Polanco y en los que también participó Pancho Pérez González, su socio y amigo.
A través de una cuidada selección de imágenes, sonidos y antiguos aparatos de radio y televisión, el visitante se asomará a las primeras décadas de existencia de El País y la configuración de Prisa como uno de los grupos de comunicación más importantes del mundo.
El recorrido es, al tiempo, un itinerario por los treinta primeros años de democracia en España a través de las informaciones y los protagonistas de la prensa, la radio y la televisión de entonces.
De cara a las visitas, La Torre de Don Borja estará abierta hasta finales de septiembre de martes a domingo. El precio de la entrada será de cinco euros y permitirá ver todos los contenidos a través de una visita guiada (se realizarán seis cada día) que recorrerá todo el edificio.
Se quiere priorizar la calidad de la experiencia y, por eso, los grupos estarán compuestos por un máximo de 15 personas que, durante casi una hora, recorrerán las salas de exposiciones, bibliotecas, antiguos salones y el resto de dependencias de un edificio medieval cuya restauración ejemplar mereció, a comienzos de los ochenta, el premio Europa Nostra.
A largo del verano se organizarán, por otra parte, visitas específicas para colectivos que puedan estar interesados.
Fuera de temporada el edificio podrá ser visitado tras realizar la petición oportuna porque lo que se pretende es que el proyecto tenga actividad los doce meses del año.
El nuevo centro cultural, al margen de sus contenidos estables y muestras permanentes, contará con actividades que se proyectarán a lo largo de todo el año aunque se reservará para el verano lo más significativo. El próximo sábado 6 de julio tendrá lugar la primera actividad: un encuentro en el que los artistas Guillermo Pérez Villalta y el santanderino Juan Navarro Baldeweg, moderados por el crítico Juan Manuel Bonet, debatirán en el encuentro 'El arte visto por los artistas'. Ambos cuentan con obra en la muestra temporal con la que la Torre de Don Borja inicia su nueva andadura. A este encuentro se sumará los días 18 y 19 de julio una cita sobre la edición organizada junto con la Federación de Gremios de Editores de España y en la que se reflexionará, en tres sesiones, «sobre los editores, el espacio del español y la lectura».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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