Las esquinas neoyorquinas de Jimmy Barnatán

'Un año en Nueva York' reúne los diarios de cuatro viajes, en las cuatro estaciones del año, de Jimmy Barnatán a la ciudad que nunca duerme. Junto a él y a los personajes que «entran y salen de su vida, que entran y salen de este libro», traza un mapa personal e irrepetible de la gran metrópolis. «En esta suerte de atlas secreto, observa, mastica y traga y, de manera apasionada, nos cuenta las calles, los bares, las esquinas, los contornos de Nueva York, y también se cuenta a sí mismo». Un cuaderno de bitácora indispensable para entender su travesía por las peligrosas corrientes del Hudson, «para entender su travesía por esto del vivir». La relación de Barnatán con Nueva York se remonta a los primeros años de su vida, cuando comenzó a ir de manera regular por motivos familiares. Con el paso de los años y la evolución de ambos, ese intercambio, esa relación, «se ha convertido en un juego de amor y de odio, en una perversa y erótica travesura, tal vez parecida a la de dos personas que se quieren y que deben aparentar lo contrario pero que se devoran en la clandestinidad con la desmesura de los amantes». 'Un año en Nueva York' rebosa «esquinas desconocidas llenas de blues y de jazz, de peripecias de whisky escondidas en las calles del Village actual, en el Lower East Side de hace veinte años o en el fantástico y lujoso Sutton Place de los años noventa». Es el testimonio de una ciudad que cambia de año en año, de mes a mes, de semana en semana.

Con cientos de tarjetas de visita, facturas, tickets, entradas, dibujos, mapas de barrios, caricaturas, fotografías, incluso playlist para escuchar las canciones que ilustran los pasajes, su libro se postula como un puente testimonial que «cruza el umbral de la narrativa convencional para convertirse en una experiencia 360». Imágenes, metáforas, símbolos, canciones, la particular Babel de Barnatán tiene, no obstante, un definido concepto: «Siendo tan complicada y tan dura, es también una ciudad muy generosa porque hay una para cada uno de nosotros». Más de treinta temas conforman la banda sonora que ilustra pasajes y paisajes, querencias y crónicas. De John Coltrane a Lalo Schifrin, de Chet Baker a Count Basie.