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Dar a conocer aspectos inéditos de su vida; reivindicar su papel como formador de canteros, hasta crear un lenguaje propio y difundirlo por Castilla, y poner de relieve las novedades que aportó a la arquitectura castellana, constituyen los fundamentos y aportaciones del estudio ahora ... publicado, 'Juan Gil de Hontañón, arquitecto del tardogótico'. Una monografía sobre el artista cántabro elaborada por Begoña Alonso, catedrática de historia del arte de la UC. El volumen ha visto la luz a través de la editorial del CSIC. Del arquitecto (1480, Rasines,1526, Salamanca), primer maestro de obras de la Catedral de Segovia, durante su «breve vida documentada» (entre 1500 y la fecha de su muerte), se sabe que fue tracista ligado a la catedral de Segovia y maestro mayor del claustro de la catedral de Palencia y de los templos de Salamanca, Sevilla y Segovia; asimismo, informó sobre las de Sigüenza y Santiago de Compostela y ha sido vinculado con la de Zamora. Begoña Alonso abre su estudio con una advertencia: uno de los problemas que plantea realizar una biografía sobre un artista activo en Castilla entre los siglos xv y xvi es el de la falta de documentación; «estas biografías deben construirse como si de un puzle se tratase», matiza.
Su investigación se ha cimentado sobre la base de un gran catálogo de obras, aunque muchas de ellas carecen de documentación que sustente su participación. «Hemos tratado de llegar allí donde nos han llevado las fuentes y el análisis formal de sus obras documentadas, relacionando al arquitecto con algunas fábricas y rechazando otras...». La monografía forma parte de un proyecto que inició la estudiosa en 2001 pero que ha estado presente de modo constante en su investigación a lo largo de las dos últimas décadas. Durante este tiempo se ha apoyado en las múltiples ayudas proporcionadas por otros proyectos de investigación en los que ha participado. El libro 'Arquitecto del tardogótico' forma parte del catálogo de CSIC.
El estudio se abre con un capítulo sobre la fortuna crítica del arquitecto, eclipsada por su hijo, el famoso Rodrigo Gil de Hontañón. Para sacar a la luz la obra, subraya Alonso, «se hacía necesario reconstruir su trayectoria vital y profesional, enmarcándola en los contextos en los que fue desarrollada». La autora prosigue en su monografía con la explicación del origen y el anclaje en el fenómeno de la cantería cántabra. Su propia biografía va llevando a otros contextos en los que aparecen implicados artistas y figuras políticas relevantes hasta acabar en Salamanca y en su papel como maestro de obras al servicio de destacadas familias nobles castellanas».
El estudio evidentemente se detiene en «el estilo» del maestro cántabro y su particular lenguaje arquitectónico, esas novedades que aportó a la arquitectura castellana de ese período, «desde su capacidad como tracista a las tipologías espaciales empleadas, sus características bóvedas o el diseño de sus alzados». Además, se enuncian los personajes más destacados que se formaron al cobijo de Hontañón en los talleres que fue dirigiendo. Por último, una parte exhaustiva de la monografía está dedicada a «describir, de forma más detallada, el catálogo de obras realizadas ya como maestro, es decir, una vez que salió a la luz documental en torno al cambio de siglo». A juicio de Begoña Alonso, no estamos solo ante un maestro mayor constructor de catedrales, sino que Juan Gil fue el tracista, el arquitecto diseñador de las dos últimas catedrales góticas españolas, las de Salamanca y Segovia. Igualmente, trabajó para la Casa del Infantado, la Casa de Alburquerque, los Fonseca, los Enríquez Almirantes de Castilla y, especialmente, para la Casa de Velasco, y para personajes de gran relevancia política como el cardenal Cisneros. La relevancia de su destacado papel en la arquitectura castellana se cierra con «su decisiva intervención en la remodelación de la gran obra regia del periodo, la Capilla Real de Granada».
La importancia de la investigación tiene como aspecto destacado la revelación de esos aspectos inéditos de su vida, caso de su implicación en un asesinato y el posterior perdón real, y de su obra, dibujando una carrera profesional que lo llevó a convertirse en «uno de los más destacados artistas del momento y ser reconocido en su época como un reputado profesional». En 1512 fue nombrado maestro mayor de la catedral nueva de Salamanca.
Pese a todo ello, su obra no fue valorada hasta mucho tiempo después, sin que (hasta ahora) fuera objeto de un estudio monográfico. La obra de Alonso, asimismo, reconstruye por primera vez esa trayectoria profesional «para que ocupe el capítulo que le corresponde en la historia de la arquitectura española, a caballo entre la innovación de los maestros foráneos tardogóticos y los maestros hispanos de comienzos del siglo xvi». Contextualizado en la escuela de Juan Guas en el área segoviana y como discípulo suyo, Juan Gil -sostiene Begoña Alonso- fue «el elemento de transmisión de importantes novedades de nuestra arquitectura, como el dibujo arquitectónico, diversas tipologías espaciales tendentes a la centralización, modelos de bóvedas de crucería y la amplia lista de discípulos que dejó tras de sí por la amplia geografía castellana».
Profesora titular de Historia del Arte de la UC, Begoña Alonso, gestora de FLA-ART de la Agencia Estatal de Investigación desde 2019. Hace tres años fue designada presidenta del Comité Español de Historia del Arte. La autora ha firmado también obras como 'Arquitectura tardogótica en la Corona de Castilla: Trayectorias e Intercambio; 'Ars Et Scientia y Patronos y Coleccionistas; y 'Los Condestables de Castilla y el Arte' (siglos XV-XVII).
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