Un estudio sobre la poesía de Jiménez Lozano, Premio Gerardo Diego de Investigación Literaria

El jurado del XXII Premio Internacional Gerardo Diego de Investigación Literaria, compuesto por los catedráticos Francisco Javier Díez de Revenga, Pilar Palomo Vázquez, Rosa Navarro Durán, Antonio Sánchez Trigueros y José Luis Bernal, decidió, por unanimidad, conceder el galardón correspondiente a 2022 a su trabajo 'A la espera. La poesía de José Jiménez Lozano'. 

«Un completo y detallado análisis de la poesía de un poeta tardío –Jiménez Lozano publicó su primer poemario a los 62 años, en 1992–, sobradamente reconocido como ensayista y novelista, Premio Cervantes hace dos décadas, «con una fuerza poética indiscutible, pero poco conocida pese a sus nueve poemarios publicados». Un poeta original de enorme calidad estética, con una «poesía intensa, de multitud de matices y temas, de la que cabe destacar su carácter filosófico y religioso», justificó Díez de Revenga, presidente del jurado. «Jiménez Lozano tenía una visión religiosa muy moderna. Su casa, en un pueblo donde cultivaba sus legumbres y tenía gallinas, era un recinto de libertad», apuntó Pilar Palomo.

Y «con conexiones indiscutibles con Unamuno y Machado, a quienes siempre mencionaba como sus primeras lecturas», explicó Sánchez Trigueros: «Una rareza en el panorama poético». 

El estudio disecciona la escritura en verso del poeta castellano José Jiménez Lozano, la cual se remonta al premio anual de poesía de la revista 'El ciervo' que ganó en 1979 y que se desarrolla, en gran parte, a lo largo de esos nueve poemarios y, puntualmente, en sus últimos cuatro dietarios, así como en revistas y antologías.

El jurado quiso destacar el disfrute en la lectura del trabajo ganador, «del que hemos aprendido gozosamente», señaló Rosa Navarro Durán. «Apasionante. Demuestra un profundo conocimiento del autor, muy cuidado y bien escrito, e imbrica perfectamente el análisis de la poesía de Jiménez Lozano con el resto de su obra. Va más allá del trabajo académico, es un ensayo reposado y maduro». «No pensamos estar ante un autor tan joven», terció Bernal Salgado.

«Creímos que estábamos ante un escritor mayor, porque demuestra gran madurez en la escritura. Este ensayo revela el calado poético de Jiménez Lozano, sin aislarlo del resto de su obra y de los poetas de su entorno». 

'A la espera' es un estudio que se enfrenta con altura de miras a un pensador católico desde las mismas fuentes filosóficas que alimentaron la obra de Jiménez Lozano, fallecido en 2020. 

El vicepresidente de la Fundación santanderina, Juan Cuesta Diego, nieto de Gerardo Diego, agradeció la oportunidad de reunirse de nuevo en la Residencia de Estudiantes, institución con la que la fundación ha compartido las ediciones de las conferencias del poeta y de sus cartas con Juan Larrea. El premio está convocado por la Fundación del autor de 'Manual de espumas', la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Santander. El trabajo ganador será publicado por la editorial Pre-Textos antes de final de año. 

La obra ganadora se abre comentando la estrecha relación que guarda la escritura memorística o biográfica con la poética. En palabras de su autor, se suceden la concepción que tenía Jiménez Lozano del hecho literario «como don y la manera en que dicha concepción afecta a su obra; lo crucial de la sencillez y de lo que podríamos nombrar como estética jansenista, así como el uso del símbolo para construir un lenguaje nominal y ontológico; el rechazo a toda sistematización del pensamiento que encorsete la realidad apriorísticamente y el diálogo intertextual que mantiene con los textos bíblicos».

Las variaciones y tensiones que, con los años, se han manifestado en su poesía, alumbran dos momentos poéticos distintos: La primera, compuesta por los libros 'Tantas devastaciones' (1992), 'Un fulgor tan breve' (1995) y 'El tiempo de Eurídice' (1996), marcada por una concepción aciaga y trágica tanto del tiempo biográfico como del histórico. La segunda configurada por: 'Elegías menores' (2002), 'Elogios y celebraciones' (2005), La estación que gusta al cuco (2010) y Los retales del tiempo (2015). En estas obras, sostiene Raúl Asencio, «se impone un tono celebrativo que vendría dado por la posibilidad de que todo el mal, el azar y la injusticia que se ha cometido a lo largo de la historia humana puedan ser revertidos».

Esta posibilidad es la esperanza de una restitución. Es decir, a su juicio, «una revisión o segunda vuelta sobre la historia que es, según la doctrina cristiana, la esperanza de un Juicio Final».