Pedro Telechea | Cineasta
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Pedro Telechea | Cineasta
«Ahora es más fácil hacer cine, aunque la producción en España sigue siendo escasa»Por «su relevancia multidisciplinar, la reivindicación de sus raíces torrelaveguenses y cántabras y su aportación constante en la cultura local» el Festival Torre en Corto concedió el pasado sábado el premio Demetrio Pisondera al realizador cántabro Pedro Telechea (Torrelavega, 1962). Autor de 'El invierno de ... las anjanas', 'Sniace en lucha' o 'Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos', entre otros filmes. El cántabro que con once años ya se presentaba a concursos de cine amateur y que es un gran admirador de Fellini, acaba de rodar una película en Barcelona, como ayudante de dirección y, ya tiene varios proyectos para 2024.
-El sábado recibió su premio con mucha emoción.
-Más bien con mucho orgullo porque aparte de considerarlo o no, que sinceramente creo que me lo merezco, me produce mucho orgullo recibirlo en Torrelavega, mi ciudad y por lo tanto lo tomo como un gran honor.
-Acaba de llegar a Cantabria, después de unos meses en Barcelona. ¿En qué ha estado trabajando?
-He estado mes y medio trabajando como ayudante de dirección de una película que se titula: 'Una jirafa en el balcón'. Es una coproducción hispanoargentina. A los que nos dedicamos al cine no nos gusta contar muchas cosas de los proyectos para que luego no se estropeen, pero tengo que reconocer que esta película tiene muy buena pinta. Es un proyecto que tiene Disney + y que ha escrito y dirigido Diego Yaker. Se ha rodado una parte en Argentina y otra en Barcelona. Tenemos mucha confianza en ella.
-¿Ya tiene proyectos para el próximo año?
-Sí y uno de ellos relacionado con Cantabria. Una película que me gusta mucho y que estamos tratando de levantar gente de aquí.
-Supongo que cuando se recibe un premio a la trayectoria como el Demetrio Pisondera, se echa la vista atrás y vuelven los recuerdos. ¿Cuáles son los primeros que le vienen a la cabeza?
-Muchos, desde los inicios en el mundo de los cortos, tal y como dije el sábado cuando me entregaron el premio, hasta las últimas películas. Torrelavega, mi ciudad, está muy ligada a todos esos recuerdos. Y a los inicios, cuando empezaba mi carrera no profesional y trabajaba con Súper 8. Con 11 años ya me presentaba a concursos. También el Concha Espina, donde fue la gala, es un lugar muy importante para mí.
-¿En qué sentido?
-Me trae muchos recuerdos como cineasta y como espectador. Incluido el cariño que me tenían los acomodadores que hasta se emocionaron cuando regresé para estrenar mi primera película.
-¿Ha cambiado mucho el oficio desde entonces?
-El cine ha evolucionado mano con mano con la tecnología. En el sentido físico no es nada más que talento que se sirve de la tecnología. Y esos cambios: del blanco y negro al color, o del mudo al sonoro, viven ahora uno bien grande con el paso de lo analógico a lo digital. Actualmente todo está vinculado con el ordenador. La tecnología digital ha ayudado a que los trabajos de cine sean más ligeros y más económicos y por lo tanto que los gastos sean menores que cuando rodábamos con película. Hay directores que pueden llegar a tener hasta diez horas rodadas en tarjetas o memorias. Cuando trabajábamos con material analógico eso era imposible porque no había quien lo pagara. Para mí ese es el gran cambio.
-Eso en lo que respecta a lo técnico, pero a nivel industria. ¿Ahora es más fácil o más difícil hacer cine? ¿Se mira a los cineastas de otra manera?
-Creo que se mira a los cineastas de otra manera, pero prefiero no entrar en eso. En lo otro, creo que antes había un filtro mayor que ahora. Precisamente por esto que te decía de que los costes eran mayores. Ningún productor se gastaba el dinero si no había una demostración previa de que el director estaba capacitado. Ahora todo el mundo puede hacer una película, que por otra parte está muy bien. Si alguien quiere y puede contar una historia en imágenes la puede colgar en Youtube o en otras plataformas y no seré yo el que lo critique. En ese sentido el cine es menos selectivo, pero también es verdad que las películas que acaban estrenándose o acaban viéndose en plataformas no son muchas más que antes. La producción española sigue siendo escasa. Aún queda mucho camino por andar en relación con los países vecinos.
-Antes decía que de niño llegaba a ver tres películas de cine al día. Ahora, ¿sigue yendo a las salas o es más de plataformas?
-Sigo yendo a las salas, pero eso no quiere decir que no vea también películas en casa. Cualquier ventana en la que se pueda ver una película me parece buena. Estoy abonado a todas las plataformas que existen.
-¿Qué opina de lo que ve?
-Hay de todo y tendríamos que entrar en los gustos personales porque ser profesional no añade nada a la percepción que uno tenga de una película. Tu no tienes porqué saber de cine para que te guste o te emocione. Sí te puedo decir que me gusta la variedad que tengo ante mí.
-¿Qué tipo de cine le gusta más?
-En general soy un clásico. Para mí el mejor cine, mientras nadie me demuestre lo contrario, es el que hizo Federico Fellini. Nada me emocionado tanto como aquello, aunque hay muchas películas de ahora que me gustan y algunas son superproducciones.
-'El invierno de las anjanas', el filme que dirigió en 1999, se puede ver en Netflix. ¿Es su mejor película?
-Me da mucho gusto que más de veinte años después se pueda ver en Netflix, pero no considero que sea mi mejor película. Sí es la primera que hice como director, mi ópera prima y la que de alguna manera significaba que había conseguido mi sueño. Salir de Torrelavega a principios de los 80 para poder trabajar en el mundo del cine era casi una misión imposible y yo lo conseguí. Llevaba más de quince años trabajando en esto cuando pude dirigir esa película y, como te decía, era hacer realidad un sueño. Había unos productores que habían puesto su dinero para que yo pudiera hacerla. Y eso es para mí 'El invierno de las anjanas', el sueño conseguido. A partir de ahí he seguido haciendo cine, fundamentalmente como ayudante de dirección o director de producción, y por suerte sigo en la profesión, que creo que es el verdadero mérito.
-En Torrelavega se da una paradoja. La ciudad es cuna de grandes cineastas, pero no hay salas de cine.
-Eso es, y eso que es una de las ciudades que ha dado grandes cineastas como Julio Nuñez o Manuel Gutiérrez Aragón y actores de la talla de Antonio Resines y otros jóvenes no tan conocidos pero que viven ahora mismo del cine. Es cierto que la ausencia de salas es un fenómeno que se dio en toda España y que se ha recuperado en algunos sitios, pero no en Torrelavega que llegó a tener en activo cinco o seis cines. Es una carencia que hay que resolver y me consta que desde el Ayuntamiento hay un interés en que esto sea así. Creo que sería una de las conquistas que esta ciudad necesita.
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