La 'Factoría de emociones' de Puchi Incera abre el Castillo de Argüeso

La temporada 2021, que se abre esta misma semana con la obra del veterano creador cántabro Puchi Incera, cuenta como es habitual con el apoyo del Ayuntamiento de Campo de Suso y la colaboración de la Consejería de Cultura. Incera (Santander, 1954) licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, profesional consolidado dentro y fuera de la esfera artística cántabra, ha participado en numerosas colectivas y en ha presentado individuales en galerías históricas como Trazos Tres, Santiago Casar y Cervantes de Santander; en Contemporánea RC de Santillana del Mar, y en numerosas colectivas como sucede con la actual muestra 'De tal palo, tal astilla' en la sala Mauro Muriedas.

'Factoría de emociones', la exposición destinada al Castillo de Argüeso, previstas hasta el próximo 3 de mayo, tiene como puesta de largo toda una declaración de principios: «Una pintura es la vida secreta del pintor, el oscuro hermano gemelo, el espejo en el que se mira el artista tras momentos de imaginación desbridada».

Desde el próximo viernes, día 5, Puchi Incera muestras sus nuevas pinturas. Al margen de colectivas, ilustraciones, serigrafías, escenografías, en la ya larga trayectoria de Incera destacan otras comparecencias individuales como las acontecidas en Inder-espacio, la sala 'José Hierro de Noja, El Torco en Suances o la de los Torreones de Cartes. A propósito de esta nueva cita en Argüeso la historiadora del arte y comisariada de exposiciones, Lidia Gil subraya que en estas creaciones de Puchi Incera «asistimos al fructífero encuentro de dos lenguajes de muy diferente pelaje, la convivencia de dos registros ajenos que, juntos, abordan la totalidad: Por un lado, la pintura se organiza como danzando con sus pinceladas y brochazos, buscando espacios imprecisos, asentando impulsos y sentimientos, equilibrando pesos, lanzando intuiciones. Mientras, las cifras, avanzan por el cuadro bien definidas, seguras y altivas, con su marcha certera, recordando la implacable razón que se esconde en la materia y sus formas. El encuentro furtivo de dos amores imposibles en el campo de batalla, feliz a pesar de su fugacidad y descontexto». Y, asimismo, ensalza, «no hay que olvidar los títulos, versos que el pintor toma prestado de los poetas». Además, señala Lidia Gil, en esta 'Factoría de emociones' podemos hallar «gran cantidad de objetos imposibles, pasión confesa del artista.

Ya en verano, durante casi todo el trimestre, el Castillo dará cabida a una propuesta metafórica y simbólica cuyo epicentro está configurado por la reflexión en torno a las desigualdades sociales. Como imagen metafórica la muestra fija su mirada en El libro de las horas de Leonor de la Vega. Y como tema transversal: El tiempo (como estructura).

El proyecto se propone a modo de investigación y plantea dos formatos: «Por un lado, se desarrollará una publicación en modo libro, que ve la luz gracias a la colaboración de la Biblioteca Nacional. El volumen recogerá reflexiones en torno al tiempo y la desigualdad en el mundo contemporáneo. Está concebida como una publicación gráfica a la que se sumarán las miradas de otros autores de diferentes disciplinas.

A esta investigación se le suman las intervenciones plásticas en el espacio del Castillo, que abordarán la santanderina Concha García, más Sofía Jack y las intervenciones sonoras a cargo de Joaquín Millán. La presencia de un castillo como espacio para un proyecto artístico, «genera una pulsión completamente singular y diferente a la de otro espacio expositivo. Sin duda es un símbolo de poder y una imagen de la construcción de una sociedad», reza el espíritu del proyecto.

En el último trimestre del año el icónico espacio cántabro albergará una muestra individual de Laura López Balza (Arenas de Iguña, 1984), licenciada en Bellas Artes y graduada en Filosofía, con trayectoria artística -que le ha llevado a exponer en Alemania y Portugal y a disfrutar de una residencia en Holanda- , reconocida con diversos galardones, como el Pancho Cossío o el BMW de pintura. Hace apenas tres años ilustró el libro 'Pintoras', de la escritora e historiadora del arte Ángeles Caso en torno a las figuras de 25 grandes pintoras de la historia.

Hace cinco años en Espacio Alexandra, mostró una singular propuesta que recorría el colorista imaginario de la creadora cántabra a través de una exposición pop up, una web y un libro de edición limitada, 'Tesoros del devenir'.

La artista utiliza un lenguaje fuera de las convenciones, plano, muy directo y sin artificios. «El grado de ilusionismo es prácticamente cero, recuerda al arte de los niños, de ciertas culturas premodernas, a la pintura medieval o a la africana». Los temas que trata hablan de una vida sencilla en la que cabe la magia y que busca la alegría. Esta muestra de regreso, en Argüeso, está marcada por una etapa «ligada a la naturaleza y a un sentimiento de comunidad, fruto de su actual residencia en Senegal».