Jaume Policarpo | Dramaturgo

«Falla tenía una gran admiración por los títeres que se ve plasmada en su obra»

-¿Qué se van a encontrar los espectadores que vayan a ver este espectáculo?

- 'El retablo de Maese Pedro' es una obra de Falla que se estrenó justamente hace ahora hace cien años en París, en el Palacio de la Marquesa de Polignac, que era una mecenas de los años 20 y que organizó un concierto en el se pasó por primera vez esta obra que el compositor escribió para una orquesta de cámara, que dura aproximadamente 30 minutos, y que está basada en uno de los pasajes más reconocibles de El Quijote, en el que Sancho y el caballero andante llegan a la fonda, se encuentran con el retablo de títeres de Maese Pedro y, una vez, más Don Quijote confunde la ficción con la realidad y acaba implicándose en la historia y destrozando todo el teatrito. En el escenario estarán los títeres que representan la obra, la orquesta de cámara que interpreta la partitura de Falla y tres cantantes líricos.

-Cien años después de que Falla compusiera esta obra ¿sigue vigente?

-Sigue vigente porque se basa en El Quijote, que es un clásico que siempre lo está, y también porque la música no ha perdido actualidad y frescura, de hecho para la partitura Falla se inspiró en las vanguardias. Aparte de esto, todo el montaje en su conjunto es una pieza muy delicada, que huye de la grandilocuencia y que está muy bien estructurada tanto a nivel musical como a nivel argumental. Los elementos que componen esta obra también están muy bien equilibrados de forma que tanto orquesta como títeres y cantantes forman en el escenario una poética muy atemporal. Así que, sinceramente, creo que siendo un montaje muy sencillo, y de verdad que nada pretencioso, al final es de una finura y una calidad que el público aprecia mucho. Además está dirigido tanto a adultos como a niños y niñas porque la escena ayuda mucho a comprender la historia.

-En la historia de la música clásica, ¿hay muchos compositores que hayan escrito una obra para ser representadas por títeres?

-No. No hay muchos, por eso se le da tanta importancia a esta obra que, en general, los titiriteros valoramos mucho. Hay alguna otra de Lorca, pero son pocas las referencias cultas que hay en relación con los títeres en España. Todos valoramos mucho el poder integrar estas obras en nuestros repertorios y siempre lo hacemos con mucho respeto y admiración.

-Dice que los titiriteros valoran mucha esta obra, ¿y el público? ¿No le parece que es una obra aún desconocida?

-Así es. En el ámbito de los titiriteros sí que es una obra muy conocida, pero no creo que le ocurra lo mismo al gran público. También es cierto que al estar inspirado en un pasaje de El Quijote, le resulta muy reconocible a los espectadores, desde los personajes a la situación que viven por lo que les es muy fácil entrar en la obra.

-¿Le costó a Falla adaptar su música al arte de los títeres?

-No. Tanto él como Lorca sentían una fascinación por los títeres y se nota en sus obras. Unas composiciones que están hechas desde el amor por una forma de expresión un tanto marginal o relegada a los niños y a las plazas de los pueblos en aquel momento. Y de repente, como todas las vanguardias que rescataban como formas artísticas más marginales, el caso del circo o la danza, por ejemplo, pasó lo mismo con los títeres. Aunque como te decía fueron pocos artistas trascendentes los que, influenciados por estas vanguardias, compartieron esta misma sensibilidad. Hay un referente muy contundente que es el compositor Alfred Jarry que también estrenó en Francia su obra 'Ubú rey' de la que se podría decir que es la obra inaugural de todas las vanguardias artísticas del siglo XX y que se estrenó para un teatro de títeres y de títeres.

-Hablábamos antes de la vigencia de esta obra cien años después, pero de lo que no hay duda es que los títeres siguen encandilando al público generación tras generación.

-Así es y yo incluso te diría que se han revalorizado porque al fin se ha comprendido que es un tipo de teatro que le da muchísima importancia a la imagen, al movimiento, al concepto espacial y escénico. Un tipo de teatro muy poético, que realza la exaltación de lo humano a través de muñecos lo que siempre es más puro y más sintético. El lenguaje de los títeres encaja muy bien en todos los caminos que ha ido siguiendo el teatro desde los años sesenta. Y también por el componente artístico y plástico que es consustancial a los propios títeres. Es un elemento, un lenguaje teatral que los que lo practicamos continuamos con inquietud, intentado investigar, aportar, renovar y, sobre todo, ampliar nuestra visión. Hablamos de un arte que va a estar vigente siempre y que yo pienso que va a ser cada vez más importante por su dimensión poética y simbólica.

-¿Es la primera vez que Bambalina Teatre Practicable participa en el Encuentro de Música y Academia?

-No, ya estuvimos hace muchos años con otro de nuestros espectáculos. Y en Santander hemos estado en varias ocasiones, en la Fundación Botín estrenamos una pequeña ópera que también estaba perdida y que es una pieza muy especial y también muy cortita que se titula 'Genoveva de Brabante'. Fue una obra muy especial para nosotros.

-¿Qué otros planes tiene su agrupación para este verano?

-Estamos en plena gira de verano y también nos han encargado la inauguración del Festival Internacional de Sagunto con una tragedia 'Edipo Rey' que también la realizamos con títires.