Fallece el escultor Lucio Marcos Estévez, último representante de su generación

A nivel artístico, el escultor se especializó en la técnica del forjado, produciendo la mayoría de sus obras con materiales metálicos. No en vano esa fue su profesión, la de metalúrgico. De carácter inquieto e innovador, en su trabajo utilizó la fundición de electrodos, una técnica única en su disciplina artística. Un ejemplo de su especialización en el trabajo del hierro fue la escultura 'Esfuerzo real', con la que homenajeó a los forjadores tradicionales, pero hubo muchos otros, entre ellos creaciones como 'El yunque partido', 'El cuatro patas de Terán', 'Paremos o nos destruiremos', 'Fiesta', 'Cubismo', 'Mínima expresión' o 'El cagigo Cubilón'. Otros ejemplos de sus obras en Cantabria son el 'Monumento a las sardineras' en Suances, realizada en 1992 y situada junto a la lonja de la villa marinera, o el homenaje a Don Ángel Avellano en Tanos.

Padre del también artista y escultor Lucio Marcos Pernía -autor, entre otras obras, de la monumental escultura 'Puerta sur' en Tanos- el creador torrelaveguense realizó gran parte de sus obras en el taller que tenía en su casa, situado en la Avenida Fernando Arce, junto a la Fundación Asilo. Fue allí donde en 2003, a los 70 años y animado por sus amigos y conciudadanos, Marcos Estévez abrió al público su espacio para dar a conocer 88 de sus piezas, a través de las cuales retrató su progresión creativa y las distintas etapas de su trayectoria. En aquella ocasión el propio escultor manifestó en una entrevista a este periódico su pesar por el tratamiento recibido en su propia tierra: «En una crítica de Joaquín Santiago Gutiérrez se dice que soy un artista silenciado, no silencioso, y creo que tiene razón, porque siempre han procurado que no apareciera». Lo hizo con su habitual carácter, recio pero amable e incapaz de albergar rencor. Allí, además de sus esculturas, el público pudo apreciar también otras de sus obras, especialmente pinturas.

En aquella iniciativa expositiva destacaron los bocetos y maquetas de los monumentos 'Al deporte' y 'A nuestros ancestros', que su autor quiso donar a Torrelavega tras dedicarle la ciudad la calle que lleva su nombre. «Las esculturas estaban pensadas para ubicarlas en las rotondas del 'Arco Norte', donde finalmente se optó por poner las figuras de los espejos y la piedra negra», explicó el propio artista.

Su 'despedida' tuvo lugar un lustro después, en 2009, cuando el escultor, cuya madre también fue artista, volvió a abrir las puertas de su estudio. Su movilidad, ya muy reducida, y su muy limitada visión no frenaron a Lucio Marcos Estévez en su empeño por volver a compartir sus creaciones con sus paisanos. «Ahora son las obras las que hablan por mí», afirmó entonces. También destacó entonces que siempre hizo «arte por amor al arte». Como detalló El Diario Montañés en su momento, en muchas ocasiones el escultor se conformó con que le dieran los materiales. Con él se despide una destacada generación de escultores que marcaron la segunda mitad del siglo XX en Cantabria.

El creador cántabro será despedido hoy por su familia y allegados en un funeral que se celebrará a las 17.00 horas en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Paz de la capital del Besaya.